El origen desconocido del botafumeiro de la catedral de Santiago
Este enorme incensario usado desde la Edad Media como purificador sigue maravillando a los peregrinos que llegan al templo
La catedral de Santiago de Compostela es uno de los templos más importantes de nuestro país. Este lugar santo tiene más de mil años, los acontecimientos que le dan origen se remontan a tiempos de Jesús. Uno de los doce apóstoles, Santiago el Mayor, fue ejecutado en lo que se conoce hoy como Palestina en el año 44. Sus files seguidores decidieron darle sepultura en un lugar alejado.
Se embarcaron y decidieron enterrarle en el Fin del Mundo, el cabo Finisterre. En concreto, en un monte mágico llamado Libredón. Su tumba quedó en el olvido hasta que en una noche hace 1.200 años se produjo un descubrimiento de manera milagrosa. El Rey mandó construir una iglesia, su predecesor otra aún más grande y así sucesivamente.
Los peregrinos llegaban en masa para ver las reliquias de uno de los apóstoles de Cristo. Durante el siglo X la ciudad de Compostela notó en crecimiento exponencial gracias a la iglesia, acudían monjes, mercaderes, campesinos... Las primeras piedras de la catedral se colocaron en 1075 que poco a poco dio lugar al monumento que hoy conocemos.
A partir de este año, los mejores arquitectos de la época (Románico) se encargaron de diseñar y erigir este inmueble. El último de ellos fue el maestro Mateo que se encargó del tramo final de las naves y del Pórtico de la Gloria que preside la entrada oeste al templo.
En el año 1211 la catedral fue consagrada y durante este tiempo ya gozaba de un privilegio para todos los católicos, todo aquel que visitase el templo en un Año Santo vería perdonados las penas de sus pecados. Una práctica que se ha mantenido con el tiempo y se sigue haciendo 812 años después.
La ciudad de Santiago fue ganando potencial y así la iglesia fue haciéndose más grande. En 1630 el apóstol fue nombrado patrón de nuestro país. El mayor cambio arquitectónico que notó el templo fue durante el Barroco, presente en el altar mayor, en la fachada del Obradoiro y en las plazas que rodean al monumento.
Su botafumeiro
Uno de los elementos más significativos de la catedral de Santiago es su botafumeiro. Este enorme incensario usado desde la Edad Media como purificador sigue maravillando a los peregrinos que llegan al templo. Ocho tiraboileiros se encargan de ponerlo en movimiento.
Este elemento en tan solo minuto y medio puede alcanzar una velocidad de 68 kilómetros por hora y llegar a formar un ángulo de 82 grados sobre la vertical. Lo más sorprendente del botafumeiro es su origen, muchos pensarán que será gallego, pero la realidad es muy distinta.
Su maestro artesano está a más de 600 kilómetros de distancia. En pleno Madrid, cerca de la Puerta del Sol se encuentra Santarrufina, una tienda religiosa con más de 100 años de vida. Su maestro Rafael Molina y su mujer Isabel Valiente regentan este negocio que elabora verdaderas obras de arte.
Ambos abrieron sus puerta a El Debate en noviembre de 2022 y nos contaban como se habían encargado de la elaboración del botafumeiro de la catedral de Santiago. Una pieza que les llena de orgullo porque se fabricó en un tiempo récord y, además, se llevó en avioneta para cumplir con las fechas previstas.