¿Por qué hay un hórreo gallego en Madrid?
El Ayuntamiento de Corcubión (La Coruña) donó esta construcción tradicional a la capital de España
Madrid cuenta con un trocito de Galicia desde hace medio siglo. Se encuentra situado en el epicentro de un aparcamiento de la plaza de Corcubión, en el barrio del Pilar (una zona situada en el noroeste de la ciudad que pertenece al distrito Fuencarral-El Pardo), y se trata de un hórreo, una construcción destinada a guardar los alimentos alejados de la humedad y de los animales para mantenerlos en un estado óptimo.
¿Cómo llegó esta estructura tan llamativa al centro de España? Fue donada por el Ayuntamiento de Corcubión en 1973 como regalo institucional y fue transportado piedra a piedra hasta su destino final, en el que sigue en pie hoy en día.
Las crónicas periodísticas de la época recogen que el acto inaugural, celebrado en junio de 1973, se realizó por todo lo alto. El hórreo fue engalanado e incluso cuenta con su propia placa conmemorativa que todavía se conserva intacta en la actualidad. En ella se puede leer con nitidez la siguiente inscripción: «Corcubión, al Ayuntamiento y pueblo de Madrid, mayo 1973».
El acto fue presidido «por el primer teniente de alcalde del municipio madrileño y alcalde en funciones, Jesús Suevos, acompañado por el gobernador civil de La Coruña, Miguel Vaquer y el presidente del Centro Gallego de Madrid, Constantino Lobo», además del regidor de la villa gallega, Ramón Pais, según indican las crónicas publicadas al día siguiente. Una vez terminada la ceremonia, grupos folklóricos de la Agrupación Rosalía de Castro interpretaron diversos bailes gallegos para deleite de las personas que se acercaron a presenciar ese momento.
La zona del barrio del Pilar en el que se ubica esta construcción tradicional gallega (pueden encontrarse otras variantes en otros lugares del norte de España y en otros puntos de Europa) cuenta con varias calles con denominaciones de localidades de Galicia. Es el caso Carballo, Padrón, Redondela, Betanzos, Monforte de Lemos, Verín, Fonsagrada o la propia plaza de Corcubión, entre otras.