La flecha amarilla es otro de los símbolos del Camino de Santiago que indica la dirección que se debe seguir por lo que se podrá encontrar en cualquier lugar: En árboles, en bancos, en el pavimento de la carretera, en un muro, en una piedra, en una fachada, en un mojón… La flecha amarilla nació en 1984 por iniciativa de un sacerdote de O Cebreiro, Elías Valiña, que señalizó desde Roncesvalles hasta Santiago, todo el Camino Francés, cansado de las quejas de los Peregrinos por la mala e inexistente señalización oficial del Camino de Santiago. Desde 2018, por orden del Consejo Jacobeo la Flecha Amarilla es el símbolo que marca la dirección a Santiago de Compostela.