Galicia busca blindar a sus cerdos frente a la amenaza de China
Aunque la producción es menor que en otras zonas de España, el sector da trabajo a más de 4.000 gallegos
Hace algo más de una semana, se hizo pública la apertura de una investigación 'antidumping' por parte del Ministerio de Comercio de la República Popular China sobre las importaciones de carne de cerdo y otros subproductos con origen en la Unión Europea.
Según las cifras aportadas por la página especializada Campo Galego, en Galicia se contabilizan un total de 2.591 granjas porcinas que tienen 1.500.000 plazas. De media, cada granja de porcino cuenta con unas 591 plazas.
Por ello, y a pesar de no ser la región con mayor producción porcina, el Parlamento de Galicia ha aprobado este viernes una iniciativa presentada por el PP para reclamar al Gobierno de Pedro Sánchez que aplique medidas de protección y blindaje al sector porcino gallego. En concreto, el texto aprobado en el Parlamento insta al Ejecutivo estatal a «proteger los intereses» del sector porcino en Galicia para «minimizar los potenciales daños que puedan resultar» de esa investigación iniciada por China.
El diputado popular Enrique Barreiro recordó que este sector se traduce en Galicia en 4.000 empleos que pueden verse altamente perjudicados por la amenaza China.
«Esta situación desencadenó decisiones por ambas partes, donde los sectores agroalimentarios afectados, sin tener culpa de la situación, se ven abocados a una crisis al cerrársele la puerta de las exportaciones a China», lamentó.
Enrique Barreiro añadió que «la demanda china de carne porcina supone una parte muy importante de nuestra producción a pesar de que se redujo de forma considerable en los últimos dos años a medida que el gigante asiático fue recuperando la producción perdida tras la entrada de la peste porcina africana en su territorio».
Competición internacional
Galicia cuenta con otro frente abierto en el sector alimentario. Se trata de la fuerte competencia del pulpo de Marruecos frente al gallego. Esta situación está producida, sobre todo, por la necesidad de abastecimiento y la falta de pulpo nacional.
A finales del año 2023 se modificó la Orden de 27 de julio de 2012 por la que se regulan los tamaños mínimos de diversos productos pesqueros en Galicia, propiciando que el peso mínimo de un kilo para el pulpo pasara a tener una margen de tolerancia de 50 gramos una vez se realice y registre la pesada en el momento del desembarque. Se cumplía así con una demanda de las organizaciones del sector de la pesca, que advertían de que durante las fases de la cadena de producción y distribución experimenta una merma en su peso alcanzando valores inferiores al tamaño reglamentario.
Sin embargo, la entrada de pulpo de Marruecos continúa siendo superior al producto nacional y se traduce en el uso del cefalópodo marroquí por encima del gallego incluso en Galicia.