Rajoy en estado puro: de los tapones de las botellas a la anécdota que hizo reír a Costa
El expresidente ha participado en una mesa redonda junto al también expresidente Felipe González y el presidente electo del Consejo Europeo, António Costa
El expresidente del Gobierno Mariano Rajoy ha protagonizado algunos de los momentos más divertidos de la primera jornada del Foro La Toja durante la mesa redonda que ha compartido junto al expresidente Felipe González y el presidente del Consejo Europeo, António Costa.
Uno de esos momentos ha llegado cuando se ha puesto a bromear sobre el exceso de regulación de la Unión Europea. «¿Por qué se van las empresas europeas?», se ha preguntado. «Hay que dar muchas más facilidades a las empresas. Hay demasiados impuestos, seguridad social y demasiada regulación», se ha quejado. Para poner un ejemplo, el expresidente ha contado que hace un mes estaba intentando beber de una botella de plástico «y veía que no había manera de quitar esto y empecé a beber y me puse hecho un circo», relataba en relación a la unión del tapón a la botella, una imposición llegada desde Bruselas. «Esto es una regulación de la Unión Europea y dificulta mucho a aquellos que quieran generar riqueza», ha opinado.
Minutos después, ha recordado también una anécdota ocurrida en el año 2016, durante la celebración del 30º aniversario de la entrada de España y Portugal en la Unión Europea; un evento en el que también estaba presente António Costa como primer ministro portugués.
«Al presidente Costa se le ocurrió y me lo planteó a mí. Dice 'oye, ¿por qué no invitamos a cenar a todos los miembros del Consejo?'. Cenábamos siempre allí y nos daban de comer de rayo. Por cierto, una de las cosas que debías arreglar cuando tomes la presidencia (...)», comenzó diciendo.
«Pero ocurrió lo siguiente. Eran un cocinero portugués y un cocinero español. Y el español era de Pontevedra, por cierto. Y el portugués era muy bueno (...). De lo que se trataba era de servir una cena a veintitantos personas que habíamos allí, que no parece tan difícil, ni tan complicado, ni que genere dificultades. Bueno, fue una cosa terrible. Les pidieron, acuérdate, el certificado de penales a los dos cocineros. Al portugués y al español les prohibieron comprar la merluza en otro lugar que no fuera donde dijeron yo no sé (...). Desde luego el catering encargado de darnos mal de comer por el Parlamento Europeo, por la Comisión o por quien fuera, desde luego, sí era el responsable de aquello. Bueno, esto forma parte de la gobernanza. Esto es una tontería, como es evidente, pero es que eso es una técnica o una manera de funcionar que a veces resulta desesperante», bromeó.