La acusada interviene durante un juicio por el crimen de CortegadaEuropa Press

La acusada de matar a un hombre que conoció por Internet: «Le di pastillas y lo asfixié»

La Fiscalía solicita por estos hechos, que califica como asesinato, la pena de 18 años de prisión

Una mujer, residente en un municipio de Orense, dio pastillas y asfixió a un hombre que había conocido por Internet y que viajó desde Cataluña a Cortegada para pasar unos días con ella.

Este lunes, la acusada ha reconocido lo ocurrido en agosto de 2021 en la Audiencia Provincial de Orense. En la primera jornada de este juicio, ha declarado la procesada, que en el momento de los hechos tenía 26 años de edad. Según ha relatado, conoció al varón a través de internet y, tras hablar «un mes o dos», ambos acordaron que la víctima se trasladase a la residencia de la acusada para conocerse en persona.

Así, él voló desde Barcelona (residía en Castelldefels) hasta Vigo, donde la acusada lo recogió para trasladarlo a su vivienda en una aldea del ayuntamiento orensano de Cortegada. Allí convivieron un par de días, pero según el relato de la mujer con «muchas discusiones».

En una declaración de menos de tres minutos, en la que no ha explicado los motivos, ha reconocido, a preguntas de la Fiscal, que lo mató. «Le di pastillas y lo asfixié», ha explicado, antes de responder con un «sí», a la pregunta de si lo había hecho con una almohada.

Igualmente, a preguntas de la Fiscalía, ha reconocido que calcinó el cuerpo rociándolo con gasolina y prendiendo fuego, y que lo troceó con una pala, antes de meter los restos en una bolsa y tirarlos «al bosque», según ha explicado.

El Ministerio Público solicita por estos hechos, que califica como asesinato, la pena de 18 años de prisión, así como el pago de 70.000 euros de indemnización para la hija del fallecido y de 65.000 euros para la madre. También pide la aplicación de la atenuante de alteración psíquica, ya que la acusada sufría un trastorno de ansiedad y un trastorno obsesivo compulsivo, con una afectación moderada en el momento de cometer el crimen (aunque no cuando manipuló e hizo desaparecer el cadáver).