Sito MiñancoJesús Fernández/ Europa Press

El narcotraficante Sito Miñanco obtiene el tercer grado días antes de volver a sentarse en el banquillo

El abogado del expresidente catalán Carles Puigdemont, Gonzalo Boye, también forma parte de los acusados

El próximo 18 de noviembre, José Ramón Prado Bugallo, más conocido como Sito Miñanco, tendrá que volver a sentarse en el banquillo por el comienzo del juicio de la denominada como «Operación Mito». Sin embargo, el conocido narcotraficante ha obtenido el tercer grado penitenciario.

Según fuentes jurídicas, el cambadés, acordado por el juez de vigilancia penitenciaria, se encuentra en el Centro de Inserción Social (CIS) de Segovia.

De esta forma, por la semana sale a trabajar de lunes a viernes, pero tienen que dormir en el centro. Además, los fines de semana puede salir desde el viernes a la tarde hasta el domingo por la tarde.

Miñanco encara los últimos días antes de volver a sentarse en el banquillo de los acusados de la Audiencia Nacional (AN), como ya hizo en dos ocasiones anteriores.

Así, el próximo 18 de noviembre comenzará el juicio por la denominada 'Operación Mito' contra Miñanco; el abogado del expresidente catalán Carles Puigdemont, Gonzalo Boye por un presunto delito de blanqueo de capitales y a otras 46 personas físicas y cinco jurídicas por su presunta implicación.

La vista oral se extenderá hasta el 30 de enero de 2025 y, previsiblemente, se celebrarán hasta 20 sesiones. Tendrá lugar en la sede de la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares.

Todos los acusados guardan una supuesta relación con la Mito, centrada en la red que supuestamente dirigía Miñanco y que intentó introducir, sin éxito, en España más de 4.000 kilos de cocaína en dos operativos diferentes que fueron truncados por los investigadores que le seguían la pista desde 2016.

Esa organización, según la juez, se dedicaba principalmente a la importación y distribución de sustancias estupefacientes (especialmente cocaína) y al blanqueo de capitales. Así, mientras algunos miembros de la red se encargaban exclusivamente de facilitar el dinero en 'b', un tercero utilizaba falsos créditos entre familiares para justificar la entrega de ese dinero en sus cuentas, mientras que otro integrante utilizaba su empresa de seguridad para emitir facturas falsas.