Furgoneta en la rotonda de Ames

La curiosa historia tras el camión 'abandonado' en una rotonda de Santiago de Compostela

Los vecinos no lo consideran molesto y muchos se preguntan cuáles son las razones para que esté en ese lugar

A nadie que viva en el municipio de Ames, perteneciente a la comarca de Santiago, le ha pasado desapercibida la presencia constante de este camión.

No presenta la típica imagen de un vehículo abandonado y tampoco parece ser retirado por las autoridades. En su cámara puede leerse el nombre de una inmobiliaria de Milladoiro en un cartel rojo con las letras en blanco. El Debate ha consultado a dicho negocio sobre la existencia de este camión y ha podido saber de boca en palabras del dueño que se trata de un vehículo aparcado pero del que siguen haciendo uso.

La inmobiliaria niega que se trate de una acción publicitaria sino que es el lugar donde prefieren dejar la furgoneta mientras no se está utilizando. El negocio lleva en funcionamiento desde el año 1998 y se centra en los inmuebles de Milladoiro, Bertamirans y Santiago de Compostela.

«Siempre está aquí. Forma parte del paisaje», menciona uno de los vecinos de la localidad que añade que «si es un asunto de publicidad me parece muy original».

Otros consideran que no es el mejor lugar para aparcar un camión y que, aunque «no es muy grande», «siempre está ahí» y si todos «hiciesen lo mismo, no habría hueco en las rotondas».

El Ford con aspecto de Ferrari

En Galicia, concretamente en Arteixo, también puede verse un coche abandonado en un polígono cuya rocambolesca historia recogió este medio.

Se trata de un Ford Cougar, un modelo que en Europa se fabricó entre finales de la década de 1990 y principios del 2000, que fue modificado para tener un aspecto similar al de un Ferrari F430 Scuderia. Fue inmovilizado por la Policía Local cuando circulaba por este ayuntamiento al percatarse que el modelo no correspondía con el que figura en los datos de la matrícula e incluso la marca italiana presentó una demanda judicial, que perdió, en la que reclamaba más de dos millones de euros explotar sus derechos de propiedad industrial.

La sentencia llegó en octubre de 2023. El Juzgado de lo Penal número 3 de La Coruña lo absolvió de esta acusación, ya que el acusado, un vendedor de coches de segunda mano, «difícilmente resultaría creíble que supiese ni una palabra de modelos o dibujos industriales de vehículos», por lo que concluyó que «menos sabrá aún que pueda existir un registro por parte de Ferrari de los componentes del Ferrari 430 Scuderia en la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea». El tipo de delito, según recalcaba la resolución judicial, «no solo exige ese conocimiento, sino que, además, la posesión o utilización del vehículo ha de hacerse con fines industriales o comerciales».