Ambiente en la plaza de Abastos, Santiago de Compostela

Ambiente en la plaza de Abastos, Santiago de CompostelaMercado de Abastos

La plaza de Abastos de Santiago, el lugar en el que los sabores se encuentran y las historias cobran vida

Es el segundo lugar más visitado de la capital de Galicia, después de la Catedral. Allí se produce una simbiosis perfecta entre los locales comerciales y de restauración

La plaza de Abastos de Santiago de Compostela se alza como el corazón de la ciudad en donde convergen lugareños con visitantes que unidos se adentran en el mundo de sabores de toda una ciudad. Este mercado se erige como símbolo de la gastronomía gallega. Por su historia, arquitectura y tradición se ha convertido en el segundo lugar más visitado después de la Catedral, porque el mercado de Abastos es un lugar que invita a pasear por su empedradas naves, degustar sus productos locales y artesanales e interactuar con los comerciantes, expertos en cada una de sus especialidades.

En la plaza de Abastos, las historias cobran vida a través de los productos frescos, la charla animada entre vendedores y compradores, y el palpitar constante de la actividad comercial que la convierte en un lugar lleno de vida y energía.

Modernidad en un enclave medieval

Sus orígenes se remontan a 1873 y su actual sede se construyó sobre el mercado antiguo derrumbado en 1937 y reinaugurado en 1941. El mercado actual, obra de Joaquín Vaquero, cuenta con una gran superficie de más de cinco mil metros cuadrados, dividida en dos plantas que se abren en una nave central.

La plaza de Abastos es un elemento esencial en el camino hacia la modernidad de una ciudad monumental y pétrea con aire decimonónico. Convertido en un lugar de encuentro, la ubicación del mercado de Abastos no es casual. La topografía del lugar así lo ha determinado y está delimitada por una pequeña altura que define un límite con respecto a su entorno. Franqueada por un extremo por la pequeña iglesia de San Fiz de Solovio, la primera parroquia de Santiago de Compostela, por el otro por San Agustín y en su frente, el trazado de la muralla que lo rodea; el mercado se integra de forma natural en la estructura urbana de la ciudad.

Ambiente un sábado de mercado en la Plaza de Abastos

Ambiente un sábado de mercado en la Plaza de AbastosSantiago Turismo

La piedra y el agua, materiales esenciales de la arquitectura compostelana, ha sido utilizados como materia prima en su construcción creando así, una atmósfera única cargada de sonidos, voces y canciones que la dotan de una identidad propia.

La estructura mercado evoca a la arquitectura románica, haciendo un guiño a la Catedral de Santiago. La plaza de Abastos está divida en naves diseñadas con una bóveda de cañón; lo que crea una sensación similar a la de un templo religioso. Además, en las bóvedas se abren claristorios que permiten la entrada de luz natural, dando una sensación de ligereza al espacio interior. Los arcos de medio punto y los testeros con triple hueco, inspirados en las termas romanas, reflejan una estética románica que abraza una estructura contemporánea.

Reclamo turístico

Un visitante mira uno de los locales comerciales del mercado de Abastos

Un visitante mira uno de los locales comerciales del mercado de AbastosSantiago Turismo

La plaza de Abastos es el segundo lugar más visitado de la ciudad de Santiago de Compostela, después de la Catedral, por su historia, arquitectura, calidad y tradición; capaz de despertar la magia de los sentidos.

Este mercado se estructura bajo una arquitectura hermosa que despierta el interés turístico y, una vez se accede a ella, es difícil no dejarse embaucar por la cantidad y lugar de productos que allí se ofrecen. La plaza de Abastos también es el lugar preferido de los lugareños.

La Plaza de Abastos de Santiago de Compostela cuenta con alrededor de 90 locales repartidos en 8 naves donde se ubican los diferentes locales comerciales, puestos de venta y servicios dentro del mercado. Abastos es un referente en la venta de productos frescos; y es aquí en donde se puede descubrir la figura de «la paisana» vendiendo su cosecha.

Abierto de lunes a sábado, en el fin de semana el mercado de Abastos se convierte en uno de los sitios más concurridos de la ciudad, pues es cuando acuden los lugareños a hacer las compras y los turistas a inmortalizar la vida compostelana a modo de postal.

Un paraíso gastronómico

La Plaza de Abastos de Santiago de Compostela trasciende su función como un simple lugar de compra de alimentos. Es un enclave vibrante, impregnado de vida y arraigada tradición, que refleja la exquisita cultura culinaria de Galicia y se erige como un destino esencial para todo aquel que visite Santiago de Compostela. Este mercado ofrece la posibilidad de buscar los ingredientes más frescos para creaciones culinarias propias o bien para deleitarse con la preparación de platos al gusto del consumidor con la mercancía adquirida. Y es que la nave 5 de la plaza de Abastos, dedicada a la restauración, nace con el objetivo de mostrar la esencia del mercado en cada plato.

Los 5 pequeños locales que la conforman tienen su propia personalidad y estilo a la hora de ofrecer diferentes opciones gastronómicas. Es la simbiosis perfecta entre los locales comerciales y de restauración creando una atmósfera única ya que es la oportunidad perfecta para degustar la auténtica cocina gallega.

La nave del marisco y pescados de la Plaza de Abastos

La nave del marisco y pescados de la Plaza de AbastosSantiago Turismo

Además de ser un destacado destino culinario, la Plaza de Abastos se está de una auténtica efervescencia gastronómica. Las calles y plazas adyacentes al mercado, como la calle Ameas y las plazas de Pescadería Vella y San Agustín, son puntos de reunión muy populares entre los residentes de Santiago, especialmente en las horas que anteceden a las comidas y cenas.

La tradición gallega de ofrecer una tapa de cortesía con las bebidas está profundamente arraigada en los bares de esta zona. Desde simples aceitunas hasta elaboradas tapas de pulpo a la gallega o empanadas, este pequeño aperitivo es una muestra de la hospitalidad local y una oportunidad para explorar la diversa gastronomía de la región.

Los alrededores del Mercado de Abastos se transforman en un bullicioso enclave para tapear, donde tanto los residentes como los visitantes pueden disfrutar de una cerveza o un vino acompañados de estas exquisitas tapas. Más que una simple experiencia culinaria, esta práctica es una invitación a sumergirse en la vida cotidiana de la ciudad, a compartir momentos de camaradería y a experimentar la auténtica hospitalidad gallega.

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