El último videoclub de La Coruña claudica ante la era digital: «Nos mataron las plataformas»
Un canadiense aficionado al cine y afincado en la ciudad abrió este negocio hace un decenio
«Venía a saludar. Gracias», le dice un cliente fiel a Jamie Fowlie, propietario del último videoclub que queda en funcionamiento en La Coruña, Aínda DVD, y que tiene previsto cerrar sus puertas para siempre el próximo fin de semana. Su actividad habitual ya finalizó recientemente, ya que sus socios no pueden alquilar ninguna película o serie, y ahora el local continúa abierto al público únicamente mientras dure el proceso de desmontaje del mobiliario. Así, poco a poco, la gente tiene oportunidad de despedirse de este canadiense afincado en Galicia que puso en marcha este negocio hace 10 años por su gran afición al cine.
La colección de este establecimiento, situado en la calle del Parque del barrio de Monte Alto, llegó a rondar en su momento de máxima expansión los 14.000 títulos, que en su mayor parte procedían de otro videoclub muy conocido de la zona y que echó el cierre hace un decenio. Desde el pasado marzo están a la venta y podrán continuar adquiriéndose por internet durante los próximos meses. Ahora, calcula que posee todavía entre 4.000 y 5.000. El catálogo, que con los años creció poco a poco porque realizaba más compras, no solo contaba con trabajos comerciales, sino con documentales, cine español o incluso iraní, según confiesa su propietario.
Fowlie vive una extraña mezcla de sentimientos a la hora de afrontar el final de esta iniciativa, con la que asegura nunca ganó dinero: por una parte se muestra «triste», pero por otra confiesa que tiene una sensación de cierto alivio porque la idea inicial era que el videoclub hubiera estado activo unos tres o cinco años y llegó a un decenio, lo que se suma a que en poco tiempo iniciará su jubilación. «Me gusta tener otros proyectos, me gusta la idea de ser libre los sábados… Son 10 años», señala. El día 30 de junio, cuando tiene que entregar la llave del local que tiene alquilado, pondrá fin a este periplo cinéfilo, con el que se lleva muy recuerdos, desde la realización de talleres de cine con niños, que él define como «campamentos de verano», o las charlas con los clientes asiduos que acudían cada semana en busca de una película.
El cese de actividad de este negocio llega después de experimentar una importante bajada en el número de clientes. Este canadiense afincado en La Coruña explica que un «sábado de los buenos tiempos» podían acudir a alquilar entre 90 y 190 personas. En los últimos meses apenas se alcanzaban los «30 o 35». ¿A qué se debe este descenso? «Lo que mata al videoclub es el Covid y las plataformas (de streaming). Después del Covid se notó que la gente no estuvo en la calle. Perdí un 50 % de clientes», asegura. En concreto, hace referencia a que mucha gente perdió el «hábito» de acudir al videoclub y que nunca regresó.
Este cierre llega pocas semanas después de que el otro videoclub que permanecía en activo de La Coruña, Atlántico Vídeo, cerrase sus puertas. Así, la ciudad vive su particular fundido a negro de la era analógica del cine.