El ferri que salva del aislamiento a dos aldeas del interior de Galicia desde hace 47 años
Naturgy ofrece un servicio gratuito para cruzar en barco el embalse de Portodemouros
El barco es la alternativa que se ofreció a los vecinos tras quedar anegados los puentes sobre el río Ulla
«Para llamar a la barcaza, pulse la sirena» y «tocar bocina o sirena». Estos son los mensajes escritos en unas señales de una carretera que termina en el embalse de Portodemouros, situado en el límite de las provincias de La Coruña y Pontevedra. Si se siguen las instrucciones, un trasbordador, llamado Azulón Primero, acudirá a recoger a los viajeros y los llevará a la otra orilla en un viaje que dura cinco minutos aproximadamente.
Este servicio funciona las 24 horas del día durante los siete días de la semana y permite a los habitantes de la zona evitar tener que dar un rodeo de unos 30 kilómetros. Su responsable es Naturgy, que a su vez lo tiene encomendado a Eulen.
La empresa energética señala que «la barcaza lleva trabajando» en la presa de Portodemouros «desde 1977» y comunica a los habitantes que viven en el ámbito del embalse. Las localidades más próximas son Loño, en el municipio pontevedrés de Vila de Cruces, y Beigondo, en Santiso, perteneciente a la provincia coruñesa.
El barco atraviesa el embalse en apenas cinco minutos, incluyendo el tiempo de subida y de bajada. Esto ahorra a los vecinos y turistas tener que hacer un viaje por carretera de unos 30 kilómetros y que dura media hora más.
Entre 40 y 60 viajes al día
Naturgy detalla que este ferri realiza entre 40 y 60 viajes diarios de media, aunque depende del día de la semana, climatología y la época. Normalmente lo utilizan los vecinos de la zona y en menor medida hay turistas, según confirman los trabajadores. En este último grupo hay alguna gente que al llegar el embarcadero no sabe muy bien qué hacer.
El Azulón Primero cuenta con una eslora de 17,50 metros y su tonelaje máximo es de 20 toneladas. A bordo lleva a dos tripulantes que se encargan de ir de una orilla a la otra y de que los vehículos suban y bajen sin problema. Hay que tener en cuenta que estos deben salir del barco marcha atrás si entran de frente al subir.
Naturgy asegura que «la barcaza cumple con todas las exigencias reglamentarias y cada tres años, atendiendo a la normativa marítima, está obligada a pasar una revisión técnico legal muy exhaustiva».
La empresa indica que, entre otras mejoras, se ha incrementado la capacidad técnica de la barcaza hasta las 20 toneladas máxima, se ha aumentado la eslora de la embarcación y zona de carga en 5,5 metros, que se han mejorado las rampas de acceso a la embarcación y que se ha habilitado iluminación en los muelles.
De Moncabril a Naturgy
Naturgy está obligada a prestar el servicio dentro de la concesión para el aprovechamiento hidroeléctrico del embalse de Portodemouros. Fue la alternativa que se ofreció a los vecinos, que durante los años del franquismo, emprendieron una batalla para que se restaurasen los puentes sobre el río Ulla que habían quedado anegados por la construcción del embalse.
Por Orden Ministerial, en 1962, el Estado concedió a la empresa hidroeléctrica Moncabril el aprovechamiento integral de la cuenca del río Ulla. La presa de Portodemouros se perfiló como presa de cabecera y reguladora de toda la cuenca.
Fue la constructora Goysa –Walsh la que acometió el proyecto de construcción. Las obras, en las que trabajaron alrededor de 2.000 personas, se iniciaron a finales de 1963 y finalizaron a principios de 1968, según explica Naturgy.
En marzo de 1968 se inauguró y se puso en explotación la presa y central de Portodemouros, que en ese momento era una de las más altas de Europa en centrales con sus características.
El salto de Portodemouros fue transferido de Hidroeléctrica Moncabril a Unión Eléctrica S.A. en 1971 y a Fuerzas Eléctricas del Noroeste (Fenosa) en 1979. Esta última está integrado hoy en día en Naturgy.
Utilización de la presa
La compañía energética que explota Portodemouros afirma que «la presa y el embalse, además de su utilización para fines energéticos, tiene otras funciones, entre la que se destaca la regulación del caudal de desembalse hacia aguas abajo en situación de avenidas, evitando gracias a la gestión realizada la inundación de las zonas ribereñas, y por otro lado, el aseguramiento de un caudal ecológico garantizado a través de las reservas existentes en el embalse, sea cual sea la situación de estiaje que puede tener el río».
Cuenta con una central subterránea que consta de una nave de 11,5 metros de anchura, 12,5 metros de altura útil máxima y 49,9 metros de longitud. La central consta de dos grupos turbina alternador con una potencia superior a los 88 megavatios con un caudal de 135 metros cúbicos por segundo.