Efectivos de los servicios de emergencia, en el accidente múltiple de 2014 en el municipio lucense de AbadínEFE

Diez años del día más terrorífico de la A-8 en Galicia: niebla, pánico y 50 coches accidentados

El trágico siniestro, en el que murió una mujer, se produjo por la baja visibilidad en Abadín (Lugo)

El 3 de febrero de 2014, la entonces ministra de Fomento, Ana Pastor (PP), junto con Alberto Núñez Feijóo, que era presidente de la Xunta de Galicia, asistió a la provincia de Lugo a la inauguración de las obras de los dos últimos tramos, de 15,9 kilómetros, que quedaban pendientes de abrir para completar el trazado de la Autovía del Cantábrico, la A-8, en Galicia. Poco más de cinco meses después, en un lugar muy próximo, ocurrió lo que nadie se hubiese imaginado: un accidente de tráfico que desembocó en una tragedia que se saldó con cerca de 50 coches accidentados y una fallecida.

El día que quedó grabado en el calendario de los implicados fue el 26 de julio de 2014, cuando, alrededor de las 12:00 horas comenzó este trágico suceso a la altura del kilómetro 549 de la A-8, a su paso por el término municipal de Abadín (Lugo). Una colisión en cadena se saldó con cerca de medio centenar de vehículos accidentados, con algunos de ellos atrapados bajo camiones, y se llevó por delante la vida de una mujer, una enfermera que trabajaba para el 061.

Aquella mañana de julio se registró una importante niebla, que redujo la visibilidad drásticamente y creó el caldo de cultivo para la tragedia. Ocurrió en el Alto de O Fiouco, un lugar que se caracteriza por este fenómeno meteorológico. Los vídeos captados por algunas de las personas que se vieron envueltas en este siniestro permiten hacerse una idea de lo ocurrido: pueden apreciarse varios coches aparcados en la cuneta y sus ocupantes esperando en un terraplén a que la situación se calmase.

Durante muchos minutos este punto de la autovía se convirtió en un infierno, ya que los vehículos que llegaban a esta zona no podían ver lo que se les avecinaba y se empotraron contra los coches allí parados, entre gritos de pánico de las personas que no podían hacer otra cosa que observar los choques. Uno de los conductores relataba hace 10 años aquellos instantes de terror. «Subiendo por este terraplén hacia arriba y escuchando cómo impactaban los camiones», aseguraba. Un miembro de Protección Civil lo resumía así. «Lo que vi fue una salvajada».

Cerca de medio centenar de conductores y pasajeros resultaron heridos de diversa consideración e incluso se llegó a instalar un hospital de campaña en Mondoñedo para poder atenderlos, aunque otros fueron trasladados a centros hospitalarios de Lugo.

En busca de un invento contra la niebla

El Ministerio de Transportes, titular de esta autovía, reconoce que se trata de un lugar con unas «singulares condiciones climatológicas», donde «se producen episodios de niebla de especial densidad, que representan un riesgo para la seguridad vial».

«Se trata de nieblas densas, con visibilidades inferiores a 40 metros, que se forman por elevación de la masa de aire cálido y húmedo situada, en los meses de verano, sobre el mar Cantábrico y que, impulsada por vientos flojos y de componente Norte/Noroeste, asciende, enfriándose y generando niebla por condensación del vapor de agua», explica el departamento estatal. El tramo afectado tiene una longitud aproximada de cuatro kilómetros.

Balizamiento lateral de la vía con luz láserMinisterio de Transportes

Tras el accidente, el Ejecutivo central se embarcó en un intento de encontrar una solución que paliase la niebla. Hace poco más de dos años, llevó a cabo fase de pruebas de prototipos antiniebla: un balizamiento lateral de la vía con luz láser, una señalización horizontal inteligente con tecnología LED proyectada sobre la calzada, un sistema de difusión automático por aspersores de materiales higroscópicos y un sistema que combina barreras estáticas y barreras dinámicas que emplean dispositivos fluido-mecánicos.

El ministerio formalizó a finales de 2019 siete contratos de servicios de investigación y desarrollo para este fin. Tres de ellos, para el desarrollo de soluciones basadas en sistemas de ayuda a la conducción en situaciones de niebla, y los cuatro restantes, para el desarrollo de soluciones innovadoras basadas en sistemas que actúan sobre la niebla mediante su aislamiento, eliminación o desplazamiento. El importe conjunto de los citados contratos de servicios ascendió a 5,64 millones de euros.

Nuevo accidente

La niebla volvió a ser protagonista en la A-8 recientemente. Seis personas resultaron heridas en dos accidentes múltiples con hasta 10 vehículos implicados en la A-8, a su paso por el municipio lucense de Mondoñedo, en la zona del alto de O Fiouco. El siniestro ocurrió el pasado 10 de agosto.

El Gobierno explicó que el accidente se produjo «fuera» de la zona que desde hace dos años está balizada con señales luminosas para mitigar los problemas de visibilidad que se producen frecuentemente en el tramo por la niebla.

Los senadores del PP por la provincia de Lugo replicaron que las explicaciones dadas por el Ejecutivo demuestran que «las zonas de intensa niebla superan el tramo balizado y, por tanto, que ahora la zona de peligro es mucho mayor». También denunciaron que las medidas instaladas en la actualidad, balizas luminosas que avisan a los conductores de la proximidad con otros vehículos para mantener la distancia, «son manifiestamente insuficientes para garantizar la seguridad».