El triángulo mágico del carnaval gallego: Peliqueiros, Cigarróns y Pantallas

Decir Terra Meiga, es decir, Galicia. Tierra mágica surgida de las raíces de sus pueblos, que abraza a sus visitantes con el manto verde de sus paisajes, acompasando su camino con la melosidad de su idioma y cantares, y adentrándolos en su historia más ancestral con sus festividades, costumbres, historias, leyendas, mitos y tradiciones.

Hablar de Laza, Verín y Xinzo de Limia, es hablar del Triángulo Mágico del entroido gallego, o lo que es lo mismo, de Peliqueiros, Cigarróns y Pantallas. Personajes ancestrales, que en estos días, resurgen del pasado, para llenar las calles de color, sonrisas y ruido, mucho ruido. Traviesos, satíricos y vengativos, así son estos carnavalescos personajes que harán las delicias de su público, pero eso sí, no olvides tu disfraz, de lo contrario sufrirás las consecuencias.

Peliqueiros en Laza

El Peliqueiro es una de las figuras por excelencia del carnaval gallego. Reciben su nombre de la piel de animal, pelica, que cuelga de la parte trasera de la máscara, a modo de coleta. Su cuidada vestimenta puede llegar a pesar hasta 25 kilos. Un traje totalmente artesanal, elaborado con maestría, y un tanto extravagante, está compuesto por chaqueta, pantalón, zamarra y otros accesorios.

Un atuendo que llama la atención por la mitra que porta sobre la cabeza, con un animal dibujado, y las chocas (cencerros) en la cintura. Los Peliqueiros recorren las calles de Laza azotando con su zamarra o fusta, a quien se atreva a salir a la calle sin disfrazar.

Quizá sea el carnaval más tempranero de toda la Comunidad gallega ya que da comienzo con las campanadas de Fin de Año. Desde el primer día de año, los jóvenes del lugar recorren, cada viernes, las calles de Laza haciendo sonar las chocas, tambores, latas o sartenes; cualquier herramienta que permita hacer ruido es buena para este menester.

Cigarróns en Verín

Este carnaval tiene el honor de ser Fiesta de Interés Turístico Nacional por lo que en estas fechas Verín está atestado de visitantes movidos por la curiosidad de descubrir a su personaje principal, los Cigarróns.

El origen de este personaje tan peculiar, proviene de un impopular recaudador de impuestos de los Condes de Monterrei. Destaca por llevar una máscara hecha de madera y pintada, en la que se resaltan las cejas, las mejillas, el bigote y una amplia sonrisa. Vestido con camisa blanca, corbata y una chaquetilla, al igual que los Peliqueiros, lleva chocas en la cintura y la fusta en la mano.

La diferencia entre estos dos personajes carnavalescos, los Peliqueiros y los Cigarróns, no son muy perceptibles a primera vista; sin embargo la fundamental es que los Cigarróns no portan la pelica detrás de la máscara.

Pantallas en Xinzo de Limia

La Pantalla es otro de los personajes más destacados del carnaval gallego. Viste con camisa y calzones largos blancos, capa roja o negra, polainas negras, zapatos negros y una faja roja de la que cuelgan los cencerros; aunque lo que más le caracteriza son las dos vejigas de vaca que lleva en las manos y utiliza para asustar al público.

La parte más importante del disfraz es la máscara o pantalla, de ahí su nombre, que contiene la imagen de la cara del demonio con cuernos y que está decorada con motivos ancestrales.

Personaje que tiene una única misión durante estos días, que es la de vigilar que todo el mundo salga a la calle con su disfraz. De hecho, cuenta la tradición que si en su recorrido estos personajes carnavalescos se encuentran con una mujer sin disfrazar, deberán bailar alrededor de ella. De lo contrario, si es un hombre, éste será perseguido y llevado en brazos hasta el bar más cercano, en el que tendrá que invitar a una ronda de vinos.

El Carnaval de Xinzo de Limia es Fiesta de Interés Turístico Internacional desde 2019.

Una forma diferente de vivir el carnaval es la que ofrecen estas localidades de la provincia de Orense; lo que sí es común en toda la Comunidad gallega es la tradición de degustar un espléndido cocido en el que no deben faltar dos ingredientes fundamentales; el lacón y los grelos, para terminar poniendo el punto dulce, para los más golosos, con las orejas y las filloas; y para los paladares más exigentes, las filloas de sangre, un auténtico manjar al alcance de los más atrevidos.