Celebración del carnaval en Xinzo de Limia (Ourense)

Celebración del carnaval en Xinzo de Limia (Ourense)

Este es el carnaval más largo de España y se celebra en Galicia

Se trata del carnaval de Xinzo de Limia (Ourense), en el que es tradición el Domingo Oleiro, consistente en hacer pasillos de gente que se lanza entre ellas vasijas de barro

El carnaval más largo de España y uno de los más largos de Europa, celebrado en Xinzo de Limia, continúa con el Domingo Oleiro, una tradición que se remonta décadas atrás y que consiste en hacer pasillos de personas que se lanzan al aire vasijas de barro denominadas 'olas', hasta que terminan por romperse en el suelo. Esta tradición es uno de las principales reclamos del entroido de Xinzo, previo al Domingo de Corredoiro, en una fiesta que tendrán su clímax en marzo, en los días centrales del carnaval en la provincia de Ourense.

Cuenta la tradición que antiguamente el oleiro era un juego de mujeres, que iban a recoger el agua a las fuentes para transportarla, y que se extendió por buena parte de la Península Ibérica ya en el siglo XVII. Algunos antropólogos relacionaban las olas con las bodas, por lo que llegaron a asociarse a la fertilidad. En Xinzo de Limia, los más ancianos recuerdan la celebración del Oleiro, tradición que se remonta a muchas décadas atrás cuando no existía agua corriente en las casas. En aquellos momentos, la gente iba a las fuentes con cántaros y ollas y, aquellas que quedaban en desuso, se las lanzaban unos jóvenes a otros en un juego de flirteo y que terminaba con noviazgos.

Desde entonces, Xinzo de Limia, capital por antonomasia del entroido gallego y que tiene uno de los rituales más largos del noroeste peninsular, mantiene intacta esta tradición con ligeras variaciones. Una de ellas es el tamaño de las olas -son más pequeñas- y también la gran participación, ya que no solo hombres, sino también mujeres se han ido sumando en los últimos años a esta celebración.

Una de las especificidades del oleiro, es que hay que tener cierta destreza a la hora de lanzar bien la ola, preferiblemente alta y con parábola, un aspecto que consideran clave, según sus integrantes, para poder garantizar una buena recepción, especialmente si la persona que la va a recoger está lejos. «Es muy importante que venga bien para no hacerse daño y poder agarrarla», cuenta Poly, un vecino de la localidad, quien, con más de cuatro décadas a sus espaldas lanzando olas, recuerda desde siempre esta tradición. «Tengo 60 años y desde los dieciocho ya estaba lanzando olas. La principal diferencia es que antes eran más grandes y participaban solo una decena de hombres», añadía.

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