Alerta policial en Vigo tras el aumento de delincuencia vinculada a las drogas: «El fentanilo viene detrás»
Es importante abordar tanto la oferta como la demanda de drogas porque a mayor consumo más delincuencia
Vigo se ha visto sacudida por la delincuencia en estos primeros meses de año. En lo que llevamos del 2024, la ciudad ha sido testigo de una serie de crímenes que han puesto a prueba su reputación como un lugar seguro para vivir.
Desde el estremecedor hallazgo de una mujer dentro de una maleta en Balaídos hasta la desgarradora muerte de una septuagenaria en Lavadores, han marcado las primeras semanas del año. La brutal paliza a un hombre en un monte de Cabral, un joven herido de un disparo abandonado frente al Hospital Meixoeiro, y el crimen de un hombre armado con un hacha en Coia, son episodios de notoria gravedad que se entrelazan con otros casos de delincuencia común como robos en domicilios, hurtos o tráficos de drogas que hacen cuestionarse la seguridad de la ciudad.
La prevención es la clave
El consumo de estupefacientes y la delincuencia son problemas sociales complejos que afectan a muchas ciudades, incluida Vigo. La relación entre ambos fenómenos puede estar influenciada por diversos factores como la fácil accesibilidad a las drogas, el aumento de la demanda y la falta de información. Y a su vez, el consumo de estupefacientes contribuye a la delincuencia en diferentes formas.
En el caso de Vigo, empeora la situación por la «falta de efectivos humanos y materiales, porque esto significa menos patrullas policiales en la calle», reclama Cousiño. El representante sindical asegura que esta situación hace que «la gente se sienta un poco más a sus anchas a la hora de cometer los delitos porque saben que va a pasar una patrulla cuando la llaman y sino la llaman no pasa, porque no hay la prevención que es lo más importante, para una ciudad y para el propio ciudadano».
Y es que para abordar estos problemas de manera efectiva, es fundamental que las autoridades locales implementen medidas de prevención, tratamiento y aplicación de la ley. En la prevención está la clave para Cousiño que nos asegura que: «es lo más importante porque para cuando llega la investigación, el delito ya se ha cometido. La prevención es fundamental; con presencia policial en las calles y en los barrios habría menos sitios donde proveerse de sustancias estupefacientes, aunque la siga habiendo».
Desde la pandemia, la delincuencia en Vigo ha crecido de forma exponencial, muy vinculada a la drogodependencia. Y así lo corrobora Alejandro quien asegura que «el consumo de estupefacientes ha subido porque el precio es más bajo que años anteriores; hay más demanda pero también hay más oferta» a lo que advierte que «viene el fentanilo detrás, que ya está empezando a consumirse».
Falta de información en la sociedad
Para Cousiño no es que las generaciones de ahora sean más prematuras en el consumo de estupefacientes que hace 30 años, «se puede empezar con los 14 años como se hacía antes, lo único que buscan es diversión. El problema está en que estas sustancias son muy accesibles para los adolescentes. Y esto puede llegar a ser alarmante». La diferencia entre el pasado y el presente está en que «antes se hablaba en los colegios del consumo de las sustancias estupefacientes y de los efectos nocivos, y hoy en día se ha dejado un poco de lado todo esto, como que ya todo el mundo lo conoce y lo sabe. Y esto es un error», sentencia Cousiño.
En décadas pasadas se prestaba una atención significativa al tema del consumo de sustancias estupefacientes en los colegios y en la sociedad en general. Se implementaron programas educativos y campañas de concienciación destinadas a informar a los jóvenes sobre los peligros y efectos nocivos de las drogas.
Sin embargo es posible que debido a los cambios en las prioridades educativas y sociales, este tema haya perdido parte de su relevancia en la sociedad, porque aunque la información sobre los riesgos del consumo de drogas puede ser ampliamente conocida, aún persisten desafíos significativos en la prevención y el tratamiento de la adicción.
«Es importante hacer charlas para informar a la gente de los problemas que pueda acarrear la ingesta de sustancias estupefacientes. Una información que debería estar en los institutos, en las asociaciones de vecinos…, porque sólo así habría gente más consciente, y por lo tanto menos vulnerable a la hora de caer en el consumo. Hay que informar al ciudadano de las consecuencias del consumo de estas sustancias», nos asegura Alejandro.
Y es que para Cousiño está claro que «Drogas no» porque partiendo de este lema evitamos todo lo demás porque «a mayor consumo, más delincuencia», sentencia.