Así es una gasolinera de hidrógeno: Vigo contará con una para abastecer a barcos y vehículos pesados

El Puerto de Vigo tendrá una gasolinera de hidrógeno que dará servicio a vehículos pesados, a barcos y a usos industriales mediante el transporte de botellas en camiones a los puntos de consumo. La Xunta de Galicia, tras analizar la documentación remitida por la empresa promotora, Julio Verne Hidrógeno Puerto de Vigo, ha dado su visto bueno a la puesta en marcha de esta iniciativa al considerarla «ambientalmente viable».

Esta estación de servicio de suministro de hidrógeno tendrá capacidad de generar dos megavatios de potencia in situ mediante el empleo de electrolizadores alimentados con energía procedente de una instalación fotovoltaica en cubiertas próximas o procedente de contratos de compraventa de electricidad de largo plazo.

El combustible producido, a partir de agua obtenida de la red municipal viguesa y energía, será «descargado en un tanque para seguidamente comprimirse y ser derivado a botellas móviles o a un sistema de cascada de alta presión que alimenta a los surtidores de vehículos pesados o barcos», según relata el Gobierno gallego.

Las instalaciones proyectadas se ubican junto a la rotonda de entrada al puerto de Bouzas, en un espacio próximo a la lámina de agua entre dos naves industriales. El Gobierno gallego indica, en su declaración de impacto ambiental, que el entorno «se caracteriza por una importante presión industrial derivada de la presencia de grandes buques e instalaciones vinculadas a las actividades comerciales del puerto, cobrando especial protagonismo en la grandes superficies artificiales obtenidas del mar y destinadas al almacenamiento de vehículos producidos por la industria del automóvil presente en el municipio».

Medidas preventivas

La superficie construida ocupada por las instalaciones se estima en 278 metros cuadrados. Para realizar el proceso de generación y distribución de hidrógeno, la instalación contará con electrolizadores, sistema de compresión, captación de agua, sistema de aire comprimido, de nitrógeno, un sistema contra incendios, instalación eléctrica, centro de seccionamiento y centro de transformación.

El Ejecutivo autonómico obliga a la empresa que explotará esta instalación dentro del recinto portuario vigués a adoptar las «medidas preventivas y correctoras necesarias para evitar la incorporación de fugas o derrames de aceites, grasas, combustibles u otros» al mar durante las fases de construcción y explotación. Además, «en ningún caso los derrames de aceites, combustibles, cementos y otros sólidos contaminantes en suspensión se verterán directamente al suelo o a las aguas, por lo que se planificarán medidas para anticiparse a estas situaciones», según afirma el Ejecutivo autonómico.