Unas de las alfombras florales realizadas en PonteareasLeticia. Turismo Rías Baixas

Esta es la técnica artesanal reconocida como Bien de Interés Cultural en Galicia

Esta arraigada costumbre se transmite de generación en generación

Treinta años han tenido que pasar para que el Corpus Christi de Ponteareas (Pontevedra) haya sido declarado Bien de Interés Cultural (BIC). Tanto el Ayuntamiento como los vecinos y alfombristas del municipio pontevedrés de Ponteareas llevaban desde 1995, año en el que enviaron a la Xunta de Galicia la primera solicitud formal para su reconocimiento, esperando este día. Y por fin llegó.

El Consello de la Xunta ha dado luz verde al decreto por el que se declara BIC, en la categoría de patrimonio inmaterial, al Corpus ponteareano completando así, el procedimiento iniciado hace un año por la Consellería de Cultura. El reconocimiento llega tras los informes favorables del Museo del Pueblo Gallego, la Universidad de Santiago de Compostela y el Consello de Cultura Gallega, culminando un proceso en el que no se registraron alegaciones.

El decreto valora tanto la festividad como los rituales, ceremonias y técnicas artesanales tradicionales asociadas a ella. En concreto, la documentación concluye que el Corpus Christi constituye un ritual festivo reconocido por su uso social y ceremonial, con una gran huella de conocimientos populares sobre la naturaleza, los elementos naturales y los ciclos del campo.

Desde el gobierno gallego indican que: «Se valora la confección de un conjunto artístico dotado de variadas representaciones y símbolos, con una significación cultural que va más allá del ámbito religioso para vincularse con la cultura popular». Además el expedientes se refiere a su potencial como activo económico de base cultural y destaca el sistema de organización y de integración social en círculos de relaciones personales y grupales de los vecinos, así como la gran acogida de los visitantes.

La máxima protección de esta fiesta se debe al elevado conocimiento y desarrollo de técnicas artesanales tradicionales. Exactamente, se menciona el proceso de creación del conjunto ornamental, alfombras florales, cruceros vegetales o altares que conforman todo un conjunto de arquitecturas efímeras.

Alfombristas, tradición generacional

La técnica de los alfombristas en la celebración del Corpus Christi en Galicia es una tradición arraigada que se lleva a cabo en varias localidades. Al igual que en Ponteareas, en muchos pueblos de Galicia, el aroma a flores impregna el aire durante el mes de junio. Cada año, en ocasión del Corpus Christi, los gallegos salen a las calles para transformar el pavimento en un lienzo de pétalos multicolores.

Esta arraigada costumbre, transmitida de generación en generación, reúne a los vecinos en las cálidas noches primaverales, compartiendo risas y recuerdos mientras trabajan en equipo en la confección de las espectaculares alfombras florales. Aunque efímeras, estas creaciones trascienden el tiempo, convirtiendo el esfuerzo de la comunidad en un legado eterno.

Esta técnica consiste en la elaboración de alfombras de flores y elementos naturales que decoran las calles por donde pasará la procesión del Corpus Christi. Los alfombristas trabajan durante horas para crear estas impresionantes alfombras que cubren el suelo de las calles con diseños coloridos, utilizando pétalos de flores, hojas, serrín coloreado, semillas y otros elementos naturales, para crear patrones geométricos, figuras religiosas y escenas bíblicas. Los alfombristas planifican los diseños con anticipación, dividiendo el trabajo entre diferentes equipos que se encargan de preparar los materiales, trazar los patrones en el suelo y colocar cada elemento con precisión para crear el efecto deseado.

El resultado final es un espectáculo impresionante que transforma las calles en verdaderas obras de arte efímeras. Las alfombras suelen ser exhibidas durante la procesión del Corpus Christi, donde son admiradas por los fieles y los visitantes que acuden a presenciar esta importante celebración religiosa.