Rotonda en Rosalía de Castro en Vigo

Rotonda que Caballero pretendía convertir en Time SquareOlaia

La rotonda con pantallas led de 95.000 € que Caballero vendió como el 'Time Square' y que apenas funciona

La glorieta que costó 95.000 € la mayoría del tiempo está apagada y sin agua

«¿La rotonda?, una vergüenza; está sin agua y no la suelen encender», «Una idea rocambolesca más de nuestro querido alcalde; y a saber cuánto costó». Estas son sólo algunas de las opiniones que los vecinos de Vigo manifiestan cuando se le pregunta por la rotonda de Rosalía de Castro. Una glorieta que prometía convertirse en el 'Time Square vigués', o así lo vendió, en su momento, Abel Caballlero, alcalde de la ciudad olívica y que sin embargo cayó en el olvido.

Lo que sí consiguió, una vez más, el controvertido regidor es acaparar todos los focos de atención tanto en la calle como en las redes sociales y en los periódicos locales y nacionales. Acostumbrado a ser noticia, al final esta rotonda que a priori iba a convertirse en la ‘gran obra’ terminó por ser «otra de Abel», tal como se refieren a ella los vecinos vigueses, cayendo por su desuso en el olvido y la indiferencia.

Un sinsentido bastante caro

La rotonda de la pantalla de Rosalía de Castro, que entraba en el proyecto de humanización de esta calle viguesa, se inauguró en julio de 2017 y lo hizo bajo gran expectación. Se presentaba como una innovadora ciberfuente multimedia con una innovadora pantalla LED de 360 grados. Una glorieta de una dimensión de cinco metros de diámetro y casi dos metros de altura, además de las numerosas boquillas y bombas para lanzar el agua.

Caballero vendió la glorieta equiparándola a la famosa intersección neoyorquina, afirmando ,por aquel entonces,era "una obra de la modernidad, como Time Square; una cosa así» y es que, lo que pretendía el alcalde de Vigo era convertir ese punto, en una de las zonas donde la vivienda está más cara, en un icono de la ciudad.

Una obra de la modernidad que hoy en día apenas se utiliza. Pocas son las ocasiones en las que se proyectan imágenes en la pantalla led y los chorros de agua no funcionan. Al respecto, la sorna gallega sale a relucir en alguno de los comerciantes de la zona que afirman: «¿Será porque vivimos en Galicia y el agua escasea?». De hecho otro de los vecinos nos comenta que «la obra ya está hecha y ha supuesto un inversión, pues ahora que la utilicen». Y es que la pantalla Led ha costado 40.000 €, según el alcalde, aunque toda la fuente se presupuestó en 95.000 €.

La rotonda de los accidentes

Tanto entonces como en la actualidad sigue generando polémica la proyección de imágenes en una rotonda «por la distracción que supone para los conductores», asegura una viguesa que añade «además de una contradicción porque por otro lado, en las diferentes campañas de tráfico insisten en lo importante que es mantener la atención en la carretera, sea peatón o conductor… Y va Abel y pone la mayor distracción que puede haber».

De hecho la inauguración de esta rotonda no estuvo exenta de polémica, precisamente por las voces que alertaban del riesgo de accidentes tanto por las proyecciones en la pantalla LED como por la estructura circular de la pantalla que resta visibilidad. De hecho ya pronto se bautizó como la ‘rotonda de los accidentes’.

Y es que una de las pretensiones de Caballero era darle la función de retransmitir acontecimientos decisivos como algún partido del Celta de Vigo. Una idea «rocambolesca» para una vecina de la zona que nos comenta: «Me pareció entonces y me sigue pareciendo un completo sinsentido colocar pantallas en una rotonda».

En estos siete años, pocas veces se ha disfrutado de esta glorieta, cayendo así en el olvido. El sentimiento general de los vecinos es indiferencia expresado bajo frases lapidarias como: «otra rocambolesca idea de nuestro querido alcalde», y la sensación es de que los vigueses ya se han acostumbrado a este tipo de ideas de su alcalde.

Las opiniones, mayoritariamente negativas, empañan a las pocas positivas que si bien no parecen de acuerdo con esta obra en concreto «creo que no era necesaria una inversión de esa magnitud porque hay zonas de Vigo que requieren un mantenimiento continuo y no se les da y quizás sería mejor invertir en eso; aún así hay que reconocer que Vigo está muy bonita y parte de culpa es de Abel».

La glorieta aunque hay días en que la encienden, la mayoría de ellos está apagada y sin agua lo que crea malestar en la vecindad: «Ya que está construida que la utilicen, pues podía convertirse en un reclamo de la zona»; nos comenta una vecina que regenta un negocio en esa calle.

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