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El importante cambio legislativo que afectará a los famosos «furanchos» de Pontevedra

Estas casas ofrecen comidas a los que lo solicitan y funcionan como una especie de restaurante con oferta limitada

Los furanchos, también conocidos como loureiros, son unos establecimientos únicos que surgieron de la necesidad de vender el excedente de vino casero fabricado para consumo propio. Sus características especiales hacen que muchos turistas opten por este tipo de lugares para disfrutar de la gastronomía gallega.

Ahora, el Ayuntamiento de Pontevedra ha aprobado la actualización de la normativa para furanchos con una ampliación sus opciones en el menú.

En concreto, se trata de una modificación que cambiará la cuantía mínima de la póliza de seguros de responsabilidad civil de estos establecimientos. Pero, junto con esta actualización, también se aprueban la adaptación a la normativa autonómica lo que permitirá ofrecer una mayor variedad de tapas.

Los distintos furanchos podrán, desde su apertura, contar con cinco platos distintos. Si antes ya podían ofrecer tablas de quesos, pimientos de padrón, oreja-chorizo, zorza-lomo y tortilla de patatas; ahora sumarán: costilla, huevos fritos, sardinas a la brasa, callos con garbanzos o habas, empanada o empanadilla y croquetas.

Según ha informado la teniente de alcalde, Eva Vilaverde, la página web del Ayuntamiento de Pontevedra ya ofrece un nuevo apartado con la información pertinente a todos los locales autorizados, indicando su período de apertura, dirección y geolocalización.

En 2012, la Xunta de Galicia reguló estos establecimientos mediante un decreto, en el que se establece que «se consideran furanchos los locales utilizados principalmente como vivienda privada pero donde sus propietarios venden el excedente del vino de la cosecha propia, elaborado en casa para su consumo particular, junto con las tapas que, como productos alimenticios preparados regularmente por ellos, sirvan de acompañamiento», según recoge el Diario Oficial de Galicia (DOG).

En esencia, un furancho es una casa particular que habilita su bajo, garaje, galpón o terraza para ofrecer a los visitantes el vino sobrante de la cosecha familiar. Estos establecimientos también sirven comida casera, creando una experiencia gastronómica diferente.