Galicia revienta la tradición dando una segunda vida a su patrimonioO Balcón do Oitavén

De almacén de grano a zona 'chill out': así se reinventa la tradición en Galicia

Este peculiar espacio se ha convertido en el alma de un alojamiento rural que celebra la cultura gallega y la adapta a los gustos del viajero actual

En el corazón de las Rías Bajas, un rincón de Galicia conocido por su riqueza cultural y paisajística, un símbolo del pasado rural gallego ha encontrado una nueva vida como un moderno refugio de descanso.

En la aldea de Chaín en Puentecaldelas (Pontevedra), el hórreo de O Balcón do Oitavén ha dejado atrás su papel como almacén agrícola para transformarse en una exclusiva zona 'chill out'; un espacio contemporáneo en una estructura tradicional que se ha convertido en el alma de este alojamiento rural.

Así es el nuevo reclamo de la casa rural

Los hórreos, característicos de la arquitectura gallega, son más que simples construcciones; son testigos de siglos de historia rural. Pero en O Balcón do Oitavén, este elemento patrimonial ha sido reinventado para cumplir una nueva función: ser un lugar de descanso muy original.

Elevado sobre sus tradicionales pilares de piedra, el hórreo conserva su esencia original, pero ha sido rediseñado como un rincón acogedor donde los huéspedes pueden relajarse entre mobiliario moderno y unas vistas impresionantes del valle del río Oitavén.

Un espacio que redefine el concepto de hospitalidad rural, combinando la autenticidad de las raíces gallegas con la comodidad que busca el viajero del siglo XXI.

Y precisamente esta combinación no ha pasado desapercibido en un mundo en el que 'si no sales en las redes sociales, no existes', convirtiéndose en un destino codiciado para capturar ese momento instagrameable.

En un paseo por las redes comentarios como «perfecto para desconectar y relajarse en un entorno campestre» o «lo han reconvertido con grandes gusto y con unas vistas impresionantes» dan buena fe de que este emblema de la cultura gallega, en su segunda vida, ya bien sea para inmortalizar un atardecer, disfrutar de un buen albariño al aire libre o simplemente relajarse en un espacio íntimo y singular, el hórreo ‘chill out’ es único para ello.

El gusto por lo tradicional

El caso del hórreo de O Balcón do Oitavén es un ejemplo de cómo los elementos patrimoniales pueden adaptarse a los tiempos modernos sin perder su esencia.

Rehabilitaciones como esta demuestran que es posible conservar la identidad cultural mientras se les da una nueva funcionalidad, generando así un impacto positivo tanto en el turismo como en la economía local.

Sin embargo, transformar estos bienes históricos no es una tarea sencilla ni exenta de responsabilidades. En Galicia, elementos como los hórreos están protegidos por la Ley de Patrimonio Cultural, que vela por su conservación y autenticidad.

Cualquier intervención en estos bienes debe respetar su valor etnográfico y garantizar que su integridad formal y constructiva no se vea comprometida. Por lo que, el éxito en la reinvención del patrimonio radica en encontrar el equilibrio entre innovación y tradición.

Desde hórreos transformados en zonas de descanso hasta antiguos molinos convertidos en alojamientos rurales o centros culturales, Galicia demuestra que sí es posible preservar el patrimonio cultural.