Los ascensores cordobeses que bajaron al semisótano con el PSOE

Corría el verano de 2019, cuando la Junta de Andalucía, a la que hacía tan solo unos meses que había accedido a su gobierno el Partido Popular (PP), desvelaba que habían gestionado casi 400 expedientes (387) en Córdoba, paralizados desde 2016, cuando mandaba en San Telmo el PSOE.

De aquellas diligencias estancadas por los socialistas, la mayoría pertenecían a la colocación y puesta en marcha de ascensores. El problema no era, por tanto, menor, ya que muchas familias dependían de estos proyectos para algo tan cotidiano como entrar y salir de casa con normalidad.

Numerosos «cordobeses necesitan este tipo de instalaciones en sus bloques», señalaba en 2019 el entonces candidato a la Alcaldía de Córdoba, José María Bellido (PP), quien durante meses visitó a los vecinos afectados y acusó a la que era alcaldesa en aquel momento, Isabel Ambrosio (PSOE) de «bloquear licencias a catorce comunidades de vecinos desde mayo del año pasado».

El ahora regidor señalaba que muchas personas (mayores o de movilidad reducida) «viven encerrados sus casas como en un cárcel». Y, de aquella causa, cuando accedió a la Alcaldía, en colaboración con la Junta ya dirigida por Juanma Moreno, consiguió desenquistar un asunto, que ahora comienza a dar sus frutos.

Así se veía este lunes en el Santuario, donde en 2023 estará listo un buen número de ascensores, que beneficiarán a unos 3.000 vecinos de la zona. Un momento que el alcalde aprovechó para recordar aquellas visitas y señalar que el problema está en proceso de resolución, progresivo y sin pausa.

Por su parte, la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, valoró que, cuando los ascensores del Santuario estén en funcionamiento serán un total de 5.000 vecinos de la capital los que se hayan beneficiado de una inversión que sumará los 13 millones de euros. Esto sin contar que el Ayuntamiento seguirá destinando partidas para esta cuestión y que, como recordaba Carazo, estas ayudas de la Junta se firmaron hace 13 años (2009) y se paralizaron hace 11 (2011). Lo que da la medida del desinterés de los sucesivos gobiernos socialistas de la Junta. Un partido que, ahora, ve como su ascensor político en la región va ya por el sótano y bajando.