Feminismo de cuarta ola, ¿un paso atrás?
A punto de celebrar el 8-M, España se encuentra embebida en revulsivos legales que están dejando en ropa interior a un gobierno que no ha hecho sino jactarse de ser abanderado del progresismo más feminista
A punto de celebrar el 8-M, España se encuentra embebida en revulsivos legales como la ley del 'solo sí es sí', la ley trans o, más recientemente, la ley de paridad, que están dejando en ropa interior a un gobierno que no ha hecho sino jactarse de ser abanderado del progresismo más feminista. Pero, este feminismo de nueva ola, ¿no supone un paso atrás?. La lucha contra el heteropatriarcado que se enarbola desde el Ministerio de Igualdad, y por ende desde Moncloa, está acabando con las mujeres reales, esas que se sienten a años luz de estas que por sus posturas radicalizadas han dado en llamar 'feminazis'.
Así lo sienten y manifiestan cuatro mujeres que son ejemplos de desarrollo profesional y personal. A las que ningún techo de cristal les taponó su impulso hacia la superficie, que no requirieron en su camino de ninguna tutela salvo el esfuerzo y la convicción de saber que, para llegar, hay que dejarse los restos. Y así lo hicieron.
La revolución del siglo XXI
Almudena Villegas es escritora, historiadora, profesora de la Universidad de Córdoba y experta gastrónoma española. Su postura en este tema es el de humanista, «yo creo en la igualdad entre las personas». Para ella, la mujer que se proyecta desde las esferas políticas viene a parecerse a una menor de edad a la que hay que consolar, calmar e incentivar constantemente, «las mujeres de mi generación hemos trabajado mucho sin ese consuelo, sin ese incentivo, simplemente como un ser humano, con esfuerzo y dedicando mucho tiempo, porque nada valioso se consigue si no es con dedicación, así es la vida» afirma rotunda. En ese concepto que ella maneja, considera un «auténtico disparate» dividir a hombres y mujeres ya que «hemos convivido y nos hemos ayudado siempre«. Hacer a unos dependientes de ayudas, reglamentaciones y dificultades al final hace que las relaciones personales y profesionales, «sean más difíciles».
El camino que se está recorriendo actualmente «no conduce a la igualdad» subraya. «No creo que eso que llaman feminismo lo sea, sino una actitud que es incapacitante, tanto para mujeres como para hombres y que dificulta el camino natural del desarrollo del individuo en su más amplio sentido». Para Almudena Villegas realmente se está hablando de beneficios para algunos sectores muy interesados en que se promulguen unas leyes y no otras y que se desarrollen unas condiciones en la sociedad que no son muy naturales ni beneficiosas para ambos sexos, «eso que ahora llaman así no es feminismo» admite para añadir que «no creo que ni mujeres ni hombres sean inferiores o superiores en nada, sino que somos partes de una cadena y que existimos y necesitamos la colaboración mutua para hacer muchas cosas». Ese humanismo que profesa es, en sus palabras, «una reflexión sobre la necesidad de esa búsqueda de un renacimiento, de volver a repensar las cosas y de dejar atrás toda la bazofia intelectual a la que estamos sometidos ahora mismo». Además aboga por hablar con rotundidad, con educación, «pero con claridad».
Para ella su trayectoria profesional no ha sido un regalo, «la vida está repleta de dificultades, de pisotones y zancadillas, lo que se encuentra cualquier ser humano en su camino y lo que nos puede llevar al desaliento, pero ahí lo único que podemos hacer es descansar, tomar aire y continuar». La revolución de este siglo XXI es, precisamente, no diferenciar entre mujeres y hombres.
Igualdad más allá del 8 de Marzo
Soledad Serrano es directora general en Finca Duernas. Mujer de empresa en un sector altamente masculinizado asegura que no se siente representada por el feminismo de hoy día, en tanto que considera que la labor que se está haciendo provoca unos efectos contrarios a lo que persiguen. Para ella, las medidas «radicales »que se imponen desde el gobierno central «nada tienen que ver con el espíritu conciliador de la mujer».
En este sentido, medidas proteccionistas recientemente aprobadas, como la posibilidad de pedir baja laboral en los días de menstruación, para un empresario supone «plantearse si realmente contratarla o no». «Son leyes propuestas por personas que jamás han montado un negocio ni arriesgado su dinero para contratar a alguien y que no entienden la mentalidad de un empresario, que lo que quiere es que la gente esté a gusto y tener buen ambiente en el trabajo».
Asegura que a lo largo de su trayectoria profesional nunca se ha encontrado con una situación desfavorable, «solo una vez en una gran multinacional me hicieron una entrevista en la que me preguntaron si iba a tener hijos pero con las mismas les dije que no contestaría la pregunta y, al final, me contrataron, es decir, la valoración fue puramente profesional».
Soledad Serrano, que también es presidenta de una asociación de productores de aceite de oliva, se desenvuelve como pez en el agua en un mundo en el que hay mayoría de hombres, «te ven tan eficiente que precisamente por eso te valoran, yo además soy madre de familia numerosa y llevo adelante mi negocio, y creo que precisamente una mujer es capaz de llevar de manera organizada tantas cosas a la vez y eso nos da valor». «Yo no me quiero equiparar al hombre porque soy muy feliz como soy, aunque sí hay aspectos que creo que se tienen que mejorar para ayudar a la mujer, pero no de la manera que lo están imponiendo ni con las formas que están teniendo» afirma para añadir, «nos están pintando a los hombres como si fueran nuestros enemigos, pero yo soy madre de dos varones y estoy casada con un hombre estupendo, para nada son mis enemigos, todo lo contrario».
En los negocios, asegura, igual que en la familia, se solucionan muchas más cosas con la conversación, la negociación, que con la imposición férrea. «La igualdad será real cuando dejemos de celebrar días como el 8-M».
Feminismo de abuela
Esperanza Romero es también empresaria. Dirige la conocida pastelería San Rafael, en el barrio de El Brillante. «Yo vengo de madre trabajadora, de una abuela que se quedó viuda muy joven y se tuvo que reinventar a sí misma por tanto para mí, las mayores feministas eran las de antes, las dela generación de mi abuela» admite orgullosa. A su juicio, lo que se está haciendo desde el ministerio de Igualdad «es ridículo» porque «es hacer pensar a la gente que somos inferiores, que necesitamos reivindicar todo y que se nos valore por todo». Para ella, las mujeres son más eficientes en el trabajo que los hombres, «es por eso por lo que debemos destacar y no estar siempre quejándonos de lo mal que nos tratan cuando tenemos los mismos derechos como personas». En su opinión hay que promover el espíritu de esfuerzo y no dejarlo todo a una legislación que lejos de ayudar a la mujer «la acaba lastrando».
No le ve mucho sentido a la celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, «si queremos igualdad, que celebren los hombres también ese día, yo tengo dos hijos y una hija y quiero lo mismo para todos ellos, sin distinción».
El triunfo de una integración real
María Dolores Jiménez es todo un referente en el mundo de la construcción en Córdoba. Consejera Delegada de Jicar y presidenta de Construcor, durante años ha sido la única mujer de un mundo netamente masculino. Ajena a los obstáculos y los estereotipos, confiesa que no se siente feminista de la manera de hoy, «la igualdad llegará cuando no existan las asociaciones de empresarias y estemos integradas en cualquier actividad como una empresaria más. Somos diferentes a los hombres y eso nos complementa muchísimo. Lo de la paridad impuesta, no lo veo».
A su juicio, este tipo de debate es algo estéril que no conduce a nada porque la igualdad no depende de ninguna sigla política sino que, desde el punto de vista de la empresa, «se va luchando día a día y consiguiendo bien». En este punto recuerda que desde el año 2.006 al 2.010 presidió en España la comisión de mujer y empresa en el Consejo Superior de Cámaras de Comercio porque «la mujer representa la capacidad, de gestión, de decisión, no representa otra cosa».
Para ella, la lucha por conseguir derechos para las mujeres se debe hacer en países como China o India, por ejemplo, y no tanto en la Europa moderna del siglo XXI. «No somos iguales, mujeres y hombres, ni debemos perseguirlo. Hoy día cualquier mujer puede estudiar lo que quiera y optar a cualquier tipo de puesto lo que pasa que es muy sacrificado y hay que lucharlo mucho. El día en el que no haya que celebrar nada será el día en el que hayamos triunfado».
Estas cuatro mujeres participarán este martes en un programa especial que dirigirá Rafael González y que se podrá ver en el canal de Youtube de La Voz de Córdoba.