Concentración del sector agrario ante los ministros de la Unión Europea

Concentración del sector agrario ante los ministros de la Unión EuropeaJesús D. Caparrós

Protesta del campo

Unos 6.000 agricultores y ganaderos en la Puerta del Puente, y mucha indignación

Vinieron los líderes nacionales de las organizaciones agrarias para mandar un mensaje de «unidad», como señalaba el presidente de Asaja, Pedro Barato

Mercadona y Carrefour son los malos de la película, las grandes superficies que suben los precios de los alimentos que van de los campos andaluces al supermercado. Este discurso -habitual, por otra parte- fue el que espetó el portavoz de Adelante Andalucía en el Parlamento andaluz, José Ignacio García, en el marco de la concentración convocada por las organizaciones convocantes como Asaja, COAG, UPA y Cooperativas Agroalimentarias, en la protesta ante los ministros de la Unión Europea (UE) que se han reunido en Córdoba durante estos días.

Desde la izquierda se buscaban malos (como han hecho también habitualmente con los empresarios que generan riqueza y empleo), mientras los actores principales, los agricultores y ganaderos afectados por una situación cada vez más insostenible, coreaban soflamas contra los ministros europeos y el español, Luis Planas (PSOE), y se lamentaban de que los hubieran dejado en la Puerta del Puente, a 200 metros del Palacio de Congresos, para no acercarse demasiado a los mandamases de la agricultura europea.

Había que gritar fuerte para que los oyeran ya que no los dejaban aproximarse a los ministros, arengaban desde la megafonía. Entre tanto, los distintos responsables de las organizaciones convocantes se lamentaban de la sequía, de los costes, de la política de salón con el medio ambiente que se practica en los despachos de Bruselas, de la desigualdad con terceros países, de que pague la agricultura otro tipo de intereses económicos y de una tormenta perfecta que está matando al campo y que, en consecuencia, acabará -entre otras- con el agro español y andaluz.

Vinieron los líderes nacionales de esas organizaciones para mandar un mensaje de «unidad», como señalaba el presidente de Asaja, Pedro Barato. Una unión que es la única arma que le queda al sector agrario para hacer fuerza ante una crisis que se va agudizando por meses. Ya no miraban al cielo, sino a los despachos y, en el caso de Córdoba, a un Palacio de Congresos donde el ministro Planas se permitía el lujo asiático de decir que no tiene «una varita mágica» para acabar con la sequía, mientras el Gobierno de España al que pertenece, le debe más de una treintena de obras hídricas a Andalucía.

Seis mil

Vinieron 6.000 agricultores y ganaderos de todo el país (se veía en las banderas de las comunidades que portaban y en las de España de las que no se avergüenzan), quizá, alguno de ellos recordando cómo les aplaudían en lo más duro de la pandemia cuando pusieron sus tractores y sus cuerpos para fumigar, y nunca faltó un alimento.

La PAC

Tal vez, solo por eso su protesta sea más que necesaria, ante la injusticia que ahora se les practica con precisión climática y que en lugar de paliarla se les agrava con una PAC cargada de Ecorregímenes, cuadernos digitales y 500 millones de euros menos para España, que está por ver cómo se reparten entre comunidades. Normal que en la Puerta del Puente se respirara mucha indignación y no contra el Mercadona ni el Carrefour.

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