Córdoba se libra (de momento) de las restricciones de agua anunciadas para primavera

En el mensaje de Fin de Año del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, este alertaba de que «la sequía histórica que sufrimos va más rápida que las obras que estamos ejecutando y, si no llueve en primavera, no habrá más remedio que aplicar restricciones».

Unas medidas que podrían no afectar a la capital cordobesa, ya que los embalses que la abastecen cuentan con agua para casi dos años (uno y diez meses, aproximadamente) en caso de que no cayera ni una sola gota, y con unos 40 hectómetros cúbicos.

«La situación sigue prácticamente igual, porque está lloviendo lo que consumimos», señalaba el presidente de la empresa municipal de Aguas de Córdoba (Emacsa), Jesús Coca. En declaraciones a los periodistas, el máximo responsable del organismo explicaba que, «en términos generales, no estamos ahorrando agua». Aunque reponía que el «momento de llenar la hucha es ahora, para cuando venga la época en que no hay lluvia».

Asimismo, Coca desgranaba que la Comisión de Sequía sigue analizando diariamente la capacidad de los embalses y valorando el impacto que están teniendo las medidas, que ya se iniciaron el pasado mes de noviembre (entre las que se hallan la reducción del 80% en el consumo de las fuentes ornamentales de la capital, así como intensificar las campañas de concienciación y educación). Y avanzaba -como los reparos propios de la meteorología- que las lluvias «parece que van a llegar en enero; tiene pinta de que va a ser un mes lluvioso».

Cuando llegue el momento

El presidente de Emacsa insistía en que no se van a sumar nuevas medidas, a las que ya tenemos previstas, «más allá del seguimiento y control de la situación». Mientras que, sobre el anuncio del presidente de la Junta, Coca indicaba que, «cuando haya que tomar las medidas las tomaremos, cuando lleguemos a ese puente cruzaremos ese río».

Merma técnica

Finalmente, sobre el ahorro de agua, el máximo responsable de Emacsa precisaba que «nuestra red de abastecimiento está cercana a lo que se conoce como merma técnica, en torno a un 10% en pérdidas de agua (la media es el 7-8%)». Y apostillaba que «podemos mejorar pero no está como en otros sitios, en torno a un 25%, un 30% o un 40%».