Exterior del Córdoba Cinema

Urbanismo dará uso comercial al antiguo Córdoba Cinema

El PGOU lo mantiene como equipamiento desde 1986 y el Ayuntamiento no ha mostrado interés en estos años

La historia del Córdoba Cinema es la de un callejón sin salida al que la normativa urbanística cercena su futuro. La situación actual hace que sus propietarios busquen una solución a través de una innovación en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para desbloquear un status al que llevan condenados desde hace casi 40 años.

El consejo rector de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) abordará en su reunión de la próxima semana dar una salida a este antiguo cine que se construyó en 1959 y que cesó su actividad en 1987. Un año antes de que se apagara para siempre el proyector se aprobó un PGOU que contemplaba este edificio como equipamiento social. Esto significaba que a través de la correspondiente expropiación podía pasar a prestar servicio al barrio.

El siguiente PGOU, el de 2002, mantuvo esta situación sin que el Ayuntamiento mostrase el más mínimo interés por el Córdoba Cinema, situado en el Sector Sur, en la esquina que forman las calles Úbeda y Cabra. Al figurar como equipamiento social no podía la propiedad dar otro uso más que mantenerlo cerrado con un deterioro progresivo, con el perjuicio que esta situación ocasiona.

Por si fuera poco, recientemente movió ficha el Ayuntamiento con la conversión de la antigua Escuela Normal de Magisterio en un equipamiento multiusos para el Sector Sur, con una inversión muy alta de fondos públicos y con una superficie que multiplica por seis la del Córdoba Cinema, que es de 1.214 metros cuadrados.

En «estado de bloqueo»

Como se explica en el expediente, esto ha desembocado en que «el inmueble del Cine Córdoba, aparece en la práctica en un estado de bloqueo en el que la Administración no tiene interés en su adquisición, y la propiedad carece de alternativa dentro del Planeamiento General».

La causa se explica, no sin ironía, como que «de esta dilatada inacción por parte de esa Administración para dotarse de un equipamiento público en este inmueble, sólo cabe concluir la ausencia de interés para que éste forme parte de las dotaciones sociales de la ciudad y específicamente de las del Sector Sur, o bien, que se ha tratado de un error en el PGOU de 1986 que ha continuado en el PGOU vigente».

A la vista de esta situación, la propiedad del inmueble propone a la GMU que se autorice el uso comercial en esta parcela una vez sea desafectada como equipamiento público. El argumento es que en toda la manzana está permitido el uso comercial, salvo un centro docente que hay dentro de la misma.