Primera sesión del jueves 28 de noviembre, sobre derecho comparado entre Italia y FranciaJosé Ignacio Aguilera

La gestión de bienes religiosos en Italia y Francia coinciden en preservar el valor cultural y espiritual

Ha sido el tema de la sesión que ha abierto la segunda y última jornada de la XIII Conferencia Internacional sobre Catedrales Europeas que se celebra en Córdoba

En la XIII Conferencia Internacional sobre las catedrales europeas, celebrada en Córdoba, se ha abordado esta mañana el tema del derecho comparado en la gestión de bienes religiosos de interés cultural inscritos en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO. Las intervenciones del Dr. Giuseppe Verde y del Prof. Olivier Echappé han puesto de manifiesto los contrastes entre los enfoques de Italia y Francia en este ámbito.

El profesor Giuseppe Verde, de la Universidad de Palermo, destacó la riqueza cultural de Sicilia, tierra que alberga el 30 por ciento del patrimonio cultural de Italia y siete sitios reconocidos por la UNESCO. Subrayó cómo monumentos como el Duomo de Monreale y la Catedral de Palermo, inscritos en el Itinerario Árabe-Normando, ejemplifican una convivencia cultural única. Verde reflexionó sobre la espiritualidad inherente a ciertos lugares históricos, como el Duomo de Siracusa, que ha pasado de ser un templo griego a mezquita y posteriormente catedral, ilustrando la transformación y continuidad de los espacios sagrados.

Desde un punto de vista jurídico, Verde destacó que la Constitución italiana reconoce la tutela del patrimonio cultural como un derecho inviolable, con una gestión dual en la que la tutela corresponde al gobierno central, mientras que la valorización recae en las regiones. Sicilia, con su Estatuto Especial de 1946, ha logrado un equilibrio entre autonomía y colaboración estatal, aunque no exento de problemas burocráticos. El profesor italiano concluyó señalando que el patrimonio no debe considerarse únicamente como un bien jurídico, sino como un motor de identidad cultural, desarrollo económico y cohesión social.

Por su parte, el profesor Olivier Echappé, catedrático de la Universidad Paris-Saclay, analizó la gestión de los bienes religiosos en Francia bajo el prisma de la laicidad. Explicó que, desde la ley de 1905, los edificios religiosos construidos antes de esa fecha son propiedad del Estado o de los municipios, aunque la Iglesia Católica conserva el derecho de uso perpetuo. Esta paradoja jurídica ha resultado más ventajosa para la Iglesia Católica que para otras confesiones, pero plantea el problema en el mantenimiento de muchas iglesias rurales en peligro de abandono. La Conferencia Episcopal francesa ha calculado que hasta 5.000 templos corren este riesgo de quedar abandonados, debido a la falta de población en las zonas rurales y al coste inasumible para las autoridades locales en el mantenimiento de los iglesias.

Ponentes de la primera sesión del jueves 28 de noviembreJosé Ignacio Aguilera

Echappé reflexionó también sobre el incendio de Notre-Dame en 2019, que ilustró tanto la capacidad del Estado para movilizar recursos como las tensiones derivadas en su colaboración con la Iglesia. Cerró su intervención subrayando que el modelo francés no debe ser considerado un privilegio, sino una invitación a revitalizar estos espacios de culto.

Ambos ponentes coincidieron en que la gestión del patrimonio religioso no es solo una cuestión legal o administrativa, sino un reto que implica preservar su valor cultural y espiritual para las generaciones futuras.