Salud baraja una posible «mala práctica de manipulación» en la toxiinfección de los montaditos en Córdoba
Facua acusa a la administración pública de que un afectado lo notificó a Salud por correo electrónico el viernes día 10 «pero no abren el email hasta el lunes 13»
Dos eventos celebrados el 4 de enero - un almuerzo y una cena- en el mismo establecimiento, a los que asistieron 72 personas y con el resultado, de momento, de 44 intoxicados a causa con toda probabilidad de las bacterias Clostridium botulinum y E.coli verotoxigénica presentes en unos montaditos de pringá que consumieron la mayoría de los asistentes. Los servicios de epidemiología del Distrito Sanitario de Córdoba barajan la posibilidad de unas «malas prácticas en la manipulación» del producto, según ha informado hoy Maricruz Gallego, Jefa del Servicios de Salud Pública de la Delegación Territorial de Salud en Córdoba.
«El procedimiento comienza con la recepción de una denuncia oficial, que en este caso llegó el 13 de enero, y a partir de ahí se movilizan los equipos de investigación», ha señalado Gallego. Ocurre que en esa fecha ha pasado ya el tiempo preceptivo de conservación (una semana) de la muestra testigo que obligadamente los establecimientos de restauración deben conservar cuando hacen eventos superiores a 30 personas, pero el único establecimiento investigado conserva una muestra congelada. Las muestras recogidas ayer por la mañana han sido enviadas al Laboratorio de Salud Pública de la Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria. No se esperan resultados concluyentes antes de una semana.
El local en cuestión es la Taberna La Sacristía, ubicado en el barrio de Santa Marina. El dato no lo aporta la administración porque «no se puede confirmar», pero fuentes consultadas por este periódico señalan que el propietario tenía conocimiento de la situación días antes de la primera notificación a Salud informado por algunos afectados, y que está colaborando en todo momento con la investigación. Aunque algunos medios locales han hablado del cierre preventivo del establecimiento, no se ha clausurado, según la Jefa de la delegación Territorial « porque el local reúne todas las condiciones. Ha podido ser una mala práctica, y si es así tendrán que asumir responsabilidades en su caso».
Gallego insiste en la prudencia al tratar el caso para evitar especulaciones que puedan perjudicar la imagen del establecimiento sin pruebas concluyentes. «Una vez concluidas las investigaciones, informaremos con total transparencia sobre los resultados y las posibles responsabilidades», ha asegurado. De la misma manera pide también prudencia al tratar el caso del fallecimiento de la mujer de 63 años que participó en la misma celebración porque no está comprobado que se deba al consumo del producto en mal estado.
Facua denuncia que ha fallado el protocolo
A través de su delegación en Córdoba, la asociación de consumidores Facua ha comparecido hoy en Sevilla para denunciar, entre otros asuntos, el fallo del protocolo a seguir en el caso de intoxicaciones alimentarias.
Rubén Sánchez, secretario general de Facua-Consumidores en Acción, ha señalado que la notificación inicial fue enviada a la Junta de Andalucía el pasado 10 de enero por correo electrónico, tres días antes de la fecha en que la Administración asegura haber tenido conocimiento de los hechos. «La notificación llegó el viernes 10 de enero a las 16:29 horas, pero no fue abierta hasta el lunes 13. Esto demuestra que el protocolo de la Junta no garantiza la atención 24/7 a posibles alertas alimentarias», ha afirmado mostrando copia impresa de dicho email.
Facua también ha denunciado incumplimientos en el protocolo por parte del Hospital San Juan de Dios, donde se atendió a dos afectados, uno el 5 de enero y otro el 8 de enero. Según los informes médicos, ambos pacientes mencionaron la posibilidad de que hubiera más personas afectadas tras consumir alimentos en un establecimiento hostelero el 4 de enero. Sin embargo, según la Junta, el centro hospitalario no reportó esta información al epidemiólogo de distrito ni al 061. El Hospital San Juan de Dios ha declinado realizar declaraciones al respecto mientras el asunto esté sindo objeto de investigación por salud pública.
En este sentido, la Jefa del Servicios de Salud Pública de la Delegación Territorial en Córdoba señalaba que tienen constacia de tres intervenciones hospitalarias «pero independientes, que no han estado correlacionadas, por lo cual los propios sanitarios que los atienden han recibido a pacientes distintos. Otra persona fue atendida en Madrid porque había estado en Córdoba». La falta de correlación entre los casos atendidos contrasta con lo estipulado en el protocolo epidemiológico, que requiere una agrupación temporoespacial para determinar un brote alimentario. «La sintomatología ha sido leve en la mayoría de los casos, con dolores abdominales y diarreas, lo que pudo haber contribuido a que muchos afectados no buscaran atención sanitaria», ha explicado Gallego.
«Toda la hostelería bajo sospecha»
Otro punto crítico, según Facua, es la decisión de la Junta de no hacer público el nombre del establecimiento investigado, Taberna La Sacristía, lo que podría dificultar la identificación de otros posibles afectados. «Ocultar esta información no solo siembra sospechas sobre toda la hostelería cordobesa, sino que también limita que posibles afectados puedan relacionar sus síntomas con el consumo en este lugar y reportarlos a las autoridades sanitarias», destacó Sánchez. Facua considera que, pese a que no se ha confirmado aún la relación directa entre el establecimiento y el brote, la transparencia es clave para maximizar la prevención y garantizar la seguridad alimentaria.
Finalmente, Sánchez criticado la demora en la toma de muestras del alimento sospechoso. «La muestra fue recogida el 15 de enero, once días después del evento, superando el plazo máximo de siete días que establece el protocolo. Esto complica enormemente la investigación y pone en duda que los resultados reflejen con exactitud lo sucedido el día de la intoxicación», apuntó.
Facua ha reiterado su disposición a asesorar a los afectados y ha exigido que se depuren responsabilidades tanto en el sistema sanitario como en la Consejería de Salud si se confirma que hubo negligencias en la gestión de este caso.
Salud dice que la denuncia llegó cuando el registro estaba «cerrado»
Ante esto, la Delegación de Salud y Consumo de la Junta en Córdoba ha afirmado que registró por vía telemática «un escrito el viernes 10 de enero por la tarde, hora en la que el registro estaba cerrado. Cuando los funcionarios se incorporaron el lunes 13 por la mañana, como hacen habitualmente, trasladaron a cada servicio sus correspondientes documentos».
Por ello, según continúa el comunicado, «Salud Pública tuvo conocimiento del escrito por el que se informaba de la toxiinfección a primera hora del lunes», y «comenzó entonces el procedimiento de investigación en el que ahora estamos inmersos. A las 9,00 horas del lunes 13 ya estaba en manos del epidemiólogo, que procedió a trabajar en el caso, iniciando el procedimiento establecido».
Por último, desde la Administración autonómica se ha precisado que «normalmente, el circuito habitual que siguen estos casos, que sí cuenta con un sistema de alerta 24 horas, es la declaración de un sanitario que haya atendido varios pacientes».