López Andrada publica su novela 'Un jilguero en el ático'

Berenice publica la nueva obra de Alejandro López Andrada, 'Un jilguero en el ático', relato que el autor centra en el personaje de Jesús, un sacerdote que lleva implícita la duda en su vida, que ama a Dios y desea a una mujer, Beatriz, y que es objeto de una brutal calumnia que marcará su existencia.

Por las páginas de esta novela se suceden los recuerdos de la infancia, los amigos de la niñez, como Joaquinín, a quien partió varios dientes de chavales y que se convertirá en uno de sus grandes valedores, la bella Lila, apenas un recuerdo borroso, los vaticinios de la vieja Ceferina, su hermano Dani, tan parco en palabras como leal, Perdita y Helga, las dos muchachas de la casa de acogida capaces de devolver mal por bien sin desperinarse.

El regreso del protagonista a la naturaleza, a su tierra, su Arcadia particular, pone de manifiesto el exhaustivo dominio del escritor del lenguaje rural, los nombres de flores y plantas, de aves y mamíferos que se suceden en fantásticas descripciones. Una vuelta al pueblo que no es sino una huida, un alejarse de un juicio mediático al que ha sido condenado sin pruebas, mientras la Justicia le absuelve. ¿Por qué Liborio, el sobrino de Beatriz, es capaz de urdir una mentira que arruinará la vida del sacerdote? ¿Simplemente por venganza? ¿Por qué Jesús se siente como ese jilguero del ático del Paseo de las Delicias de Madrid junto a la Estación de Atocha?

Novelista y poeta

Alejandro López Andrada (Villanueva del Duque, Córdoba, 1957) comenzó a escribir muy joven y hasta la fecha ha publicado poemarios como «El Valle de los Tristes» (1985), «La tumba del arco iris» (1994), «Los pájaros del frío» (2000), «La tierra en sombra» (2008) y «Las voces derrotadas» (2011), y recibido premios como el Nacional San Juan de la Cruz, Iberoamericano Rafael Alberti, José Hierro, el Andalucía de la Crítica, el Fray Luis de León y el Ciudad de Córdoba «Ricardo Molina», entre otros.

Es autor asimismo de poesía infantil, de tres ensayos sobre la desaparición del mundo rural («El viento derruido», «Los años de la niebla» y «El óxido del cielo») y de once novelas, una de las cuales, «El libro de las aguas», fue adaptada al cine por Antonio Giménez-Rico. Tras «El jardín vertical» (2015) y «Entre zarzas y asfalto» (Berenice, 2016), resulta ganador del Premio Jaén de Novela, uno de los más prestigiosos de España, gracias a «Los perros de la eternidad».

En «Los árboles que huyeron» (Berenice, 2019) abordó el primer tramo de sus memorias. Hijo Predilecto de Villanueva del Duque, en 2007 se dio su nombre a una plaza de la misma, donde se encuentra la casa en que nació.