'Senderos marginales': Primer poemario de Almudena Medina

Almudena Medina es una joven cordobesa nacida en el año 2004. Actualmente estudia el Grado de Derecho y el Máster en Abogacía Internacional en ISDE.

Comienza a escribir poesía de modo natural, sin haber acopiado un bagaje hondo de lecturas. Su expresión literaria emana como una necesidad de expresar lo que siente. Coincido con Rafael del Campo Vázquez en que «esa inocencia da a su poesía una personalidad definida».

En 2022 las prensas de la imprenta alumbran su primer poemario. Desde febrero del año pasado contamos con el perfil en Instagram @deversosyvida donde difunde algunas de sus creaciones.

Ha ganado, entre otros, los siguientes galardones: el premio internacional Miguel Fernández de Melilla, el premio Moliendo versos de Córdoba, el premio Tintas para la vida (convocado por el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba) y el premio Miguel Cervantes de Alcázar de San Juan.

El libro

La primera parte se titula «Dolor», la segunda «Vida» en tanto que la tercera tiene como cabecera «A contracorriente».

El primer segmento arranca del dolor que nos causó la pandemia y sus consecuencias terribles. Dispensa una mirada a otro tipo de dolor como la soledad de los ancianos o los obstáculos que las personas con capacidades especiales deben sortear.

La segunda parte se regocija en la vida y la alegría, en las pequeñas cosas que dan sentido al día a día y a la belleza «que finalmente nos salva».

La parte final tiene retazos autobiográficos de la autora: destaca el inconformismo a la hora de transitar «por los pasajes de la vida».

Los poemas

El poemario, con un total de 78 piezas, ha sido publicado por la editorial Talón de Aquiles. Tiene una estructura tripartita con tres capítulos compuestos de 26 poemas cada uno.

Algunos de los títulos que el lector encontrará en su interior son: «Temblor», «Tradición», «Asedio»; «Bebo de la vida», «Día de verbena», «Metamorfosis», «Vida interior», «Up»; «Sílex», «Números primos» o «Peces abisales».

En lo tocante a la métrica, destaca el versolibrismo. Relucen tres sonetos al final de cada una de las tres partes: «La noche oscura del alma», «Vida» y «A contracorriente».

Leamos estos ocho versos del tramo final de «Otras vidas»: «Pero algo instintivo y apriorístico / nos dice / que pudimos ser / el anciano enfermo y solitario / que limosnea con su perro / en la iglesia, / el mismo perro callado y recogido, / el árbol cuya sombra nos cobija».

La poética

Son tangibles sus creaciones lingüísticas fundamentadas en un lenguaje llano y comprensible. Se entrevé su preocupación por el prójimo y su clamor poético ante el dolor. La siguiente afirmación revela las premisas semánticas de la autora.

«En una sociedad dominada por la ensordecedora voz unívoca que marca un único camino, aceptable y cómodo, se hace imprescindible alejarse del bullicio y adoptar una posición crítica. Somos instrumentos del amor omnipresente que da sentido a nuestras vidas».

Para Almudena Medina: «La poesía es aquello que encuentra en los detalles la esencia de las cosas. Y nos hace pensar, ya para siempre, con una visión distinta, más profunda o más liviana, pero que nos permita hacer nuestros, a coste cero, los momentos que de otra manera pasarían inadvertidos».

Añade la poeta en una charla impartida en su colegio mayor: «Lo bueno de la poesía es que mancha: Deja en las cosas y en las personas una pátina invisible, que adquiere grosor y sentido según se deposita, levemente, en nuestra alma».

Ut pictura poesis

En consonancia con la gestación de su poesía, el poemario brilla por la naturalidad de sus estrofas, en contraste con la obra de otros poetas jóvenes.

Almudena Medina hace una poesía inteligible, donde los sentimientos puros y humanos adquieren forma a través de un lenguaje bello, ora con la carga subjetiva de la metáfora, ora con la búsqueda y consecución de lo eufónico y lo visual.

Esto me lleva a la máxima horaciana «ut pictura poesis» que hunde sus raíces en los postulados miméticos de Aristóteles. Es una idea que han (re)tomado críticos de la talla del renacentista Sir Philip Sidney en su monumental libro de 1595 (escrito quince años antes) para quien la poesía es «a speaking picture».

El diseño

La imagen de unas vías de tren bajo una densa niebla es el diseño de la portada y de la contraportada, que están plastificada en mate. Los interiores de la cubierta están impresos elegantemente en negro, igual que las páginas de cortesía.

Tras los créditos reglamentarios, vienen los agradecimientos y cita de la escritora modernista Virginia Woolf: «Nada más grueso que una cuchilla separa la felicidad de la melancolía».

El interior del libro está hecho con cinco cuadernillos con las resmas de papel en color crema, cosidos con hilo vegetal. El tipo de letra, la caja de texto y los márgenes amplios ayudan a una lectura agradable.