Calendario publicitario de Moreno SA

Merece nuestro recuerdo

Antonio López González, que por aquellos tiempos era el encargado de cobrar el comedor, me contó que algunos trabajadores no podían pagarlo y se miraba para otro lado

La empresa Moreno S. A. fue creada por don Baldomero Moreno Espino (1902-1995), hijo de Baldomero Moreno y Francisca Espino. Nació en Pueblo Nuevo, pero enseguida su familia se vino a Córdoba, para vivir primero en la calle Zamorano nº 10 y posteriormente en Moriscos nº 17. Entró en 1912 como alumno en el Colegio Salesiano, que entonces llevaba abierto apenas una década.

Allí ya empezó a dar muestras evidentes de su brillantez, por lo que el colegio, como a tantos otros, le ayudó a buscar «colocación» en alguna empresa local. Así que a Baldomero Moreno, destacado en la escritura y los números, lo «colocaron» en las oficinas de Almacenes San Antonio, una empresa puntera en la avenida del Obispo Pérez Muñoz (hoy Ollerías) que todo el mundo conocía como Carbonell y Compañía. Era la gran empresa de esa familia en aquel entonces bajo la dirección de don Carlos Carbonell y Morand el cual, curiosamente, fue una de las personas que colaboró económicamente para levantar la actual iglesia de María Auxiliadora en el Colegio Salesiano, inaugurada el 23 de septiembre de 1918. Posiblemente, esta gran relación del industrial con los salesianos fue la que determinó el futuro de don Baldomero.

El autor del proyecto de la iglesia fue el ingeniero militar don Antonio Moreno Zubia. Como dato sobre su construcción diremos que el edificio principal fue de hormigón armado, y que el presupuesto inicial era de 70.000 pesetas. Su inauguración fue todo un acontecimiento para el barrio de San Lorenzo, que en petición mayoritaria y popular pidió al poco al Ayuntamiento que rotulase con el nombre de María Auxiliadora a la calle Mayor de San Lorenzo, como agradecimiento a lo que había supuesto la llegada de los salesianos al barrio en 1901.

Baldomero Moreno se casó el 30 de septiembre de 1929 con Ángela Furriel Álvarez, hija de una importante familia de plateros de la calle Lucano. Ofició la ceremonia don Carlos Romero Berral, párroco de San Francisco, célebre por haber sido el impulsor en Córdoba de la Cabalgata de Reyes Magos. El acto tuvo lugar en una capilla de la gran casa solariega que poseían los abuelos de la novia en dicha calle Lucano, números 7, 9 y 11. Sobre este solar, con el tiempo, se levantaría el Cine Lucano de verano, y hoy día es un moderno Centro de Salud.

Maderas y vinos

Por aquellos años, actuó como asesor del Ayuntamiento de Córdoba y también se lanzó a emprender en solitario, inicialmente con un negocio de maderas justo al lado de Almacenes San Antonio. Después amplió hacia el mismo tipo de negocio de Carbonell, que conocía sobradamente, fundando Moreno S. A. en la calle Fuente de la Salud, justo detrás de la base militar del Parque y Talleres de Automovilismo. Allí llegó a tener incluso una Bodega con más de 600 botas. Le puso el nombre de Almacenes María Auxiliadora, porque toda su vida estaría agradecido a los salesianos. En la fábrica sobresalía un gran chimeneón similar al de Carbonell, que desgraciadamente no tuvo su misma suerte y del cual ya sólo queda en el recuerdo.

Moreno S. A., sin ser de las empresas más grandes de Córdoba, tuvo unas ventajas modélicas para sus trabajadores, porque Baldomero Moreno fue siempre un cristiano de palabra y de obra preocupado por las cuestiones sociales. Así, contaba con un servicio médico de empresa propio, un economato y un comedor en el que los trabajadores solían pagar tres pesetas diarias por comer. Y digo bien lo de «solían» porque Antonio López González, que por aquellos tiempos era el encargado de cobrar el comedor, me contó que algunos trabajadores no podían pagarlo y se miraba para otro lado. Y además conozco algo de esta empresa porque varios hermanos míos trabajaron en ella.

y también el aceite de oliva

El caso es que en el sector del aceite de oliva, donde había tanta competencia, Baldomero Moreno alcanzó el éxito. Como ejemplo, el diario Córdoba de 2 de junio de 1962 se hacía eco de la concesión del premio Fontana, y no era la primera vez. El periódico daba cuenta en la reseña de su éxito como exportador, llegando incluso a vender su aceite en Alemania, país muy negado hasta entonces al aceite de oliva español, ya que el poco aceite que compraba procedía de Italia.

Ese año 1962 la empresa exportó quinientos mil kilos de aceite al país teutón envasado en latas, pero es que luego se venderían diez millones de kilos en países tan dispares como Austria, Arabia, Australia, Bélgica, Bolivia, Brasil, Canadá, Ceilán, Chipre, Colombia, Costa Rica, Dinamarca, Egipto, Estados Unidos, Etiopía, Filipinas, Finlandia, China, Guatemala, Inglaterra, Irak, Japón, Kuwait, Liberia, Libia, Nigeria, Noruega, Pakistán, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Rhodesia (hoy Zambia y Zimbabue), Sierra Leona, Suecia, Suiza y Venezuela.

Un benefactor

Más allá de su faceta empresarial (que seguía aumentando, como su fábrica y laboratorio farmacéutico Medical, en la calle Virgen de las Angustias), Baldomero Moreno era toda una institución en la ciudad, potenciando fiestas populares como las romerías a Santo Domingo y al Santuario de Linares y cuantas actividades tenían «sabor» a Córdoba. Además, ayudaba en innumerables obras sociales y caritativas. Como muestra, en el libro 'Historia de la Familia Salesiana en Córdoba', escrito por el salesiano don José Díaz Cotán en 1993, en su página 165 aparece el siguiente texto, que no tiene ni pizca de desperdicio:

"Don Francisco Javier Montero, director del Colegio (1944-1950). También asumió como propia una actividad que se venía desarrollando en el colegio desde los tiempos de don José María Doblado, el comedor escolar para los niños más necesitados. Contó siempre con la colaboración de los cordobeses y en especial con la de don Baldomero Moreno. Don Francisco Javier recordaba con emoción lo que don Baldomero le decía: «Que la comida que se sirve a los niños de las Escuelas Gratuitas sea la misma que la de los Internos».

Y todos los meses, concluía don Francisco Javier algo emocionado, me firmaba un cheque en blanco para que yo pusiera la cantidad que se había gastado".

La mayonesa Musa

Para terminar, quisiera comentar algunas curiosidades sobre uno de los productos más populares de esta gran obra empresarial: la Mayonesa Musa.

En las animadas tertulias que sobre Córdoba llegué a presenciar con el singular Pepe García Marín de El Caballo Rojo éste nos comentó que su padrino de boda había sido don José Álvarez, químico de profesión. Don José se había casado con una cubana, que había traído a nuestra ciudad sabores exóticos de la cocina de su país. Por aquel entonces Pepe trabajaba en el negocio familiar del desaparecido bar San Cayetano, en la misma avenida de Carbonell y de las maderas de Baldomero Moreno. Enamorado siempre de la cocina, Pepe se quedó prendado de la salsa caribeña que fabricaba la mujer de su padrino, y le animó para que se la presentara a don Baldomero Moreno.

Así que a mediados del año 1940, aprovechando las razones de vecindad, Pepe presentó a don Baldomero a su padrino José Álvarez para que éste le mostrara su salsa. Don Baldomero se hizo acompañar de otro químico, de nombre Narciso López, que trabajaba en los incipientes laboratorios Medical. No hace falta decir que quedaron encantados con aquella salsa.

La casa que Baldomero Moreno proporcionó a José Álvarez, en la actualidad, la más antigua de la avenidaM. Estévez

En el contrato que finalmente acordaron había dos cláusulas muy particulares. Una mandaba que se le hiciera una bellísima casa a José Álvarez en la avenida del Obispo Pérez Muñoz, que aún hoy sigue en pie siendo la más antigua de toda la avenida, La otra cláusula estipulaba que fuese Carmen Ruiz Repullo, una empleada de la «casa» de suma confianza, la que, a base de probar y probar, perfilara al gusto español esa salsa.

También me comentó Ángel Martos, posiblemente la persona que más sabe de veneros en Córdoba, que en Emacsa aún existían documentos olvidados referentes a los derechos de Moreno S.A. sobre una aguas de venero que afloraban en la fábrica de Fuente de la Salud junto al arroyo de las Piedras, las cuales debidamente tratada se usaban para la fabricación de la mayonesa.

Esta es la simpática historia de un simple producto, uno más de la gran obra empresarial de Baldomero Moreno. La persona que en 1953-54 se preocupó de hacer accesible la carretera del Santuario de Linares con el ensanche del simpático Puerto de la Salve (hoy destrozado) que cantara Ramón Medina en sus canciones, para que los cordobeses y las peñas pudieran acudir cómodamente a la romería. La primera persona que se preocupó de iluminar la portada de la iglesia de San Lorenzo con unos focos que sujetaría mi hermano Gabriel en la misma acacia en donde Juan León solía amarrar algunas veces su caballo cuando venía a San Lorenzo y entraba a la taberna de Casa Manolo para charlar con sus amigos. La persona que puso gratis todo su conocimiento para el buen desarrollo de la Obra de la Sagrada Familia de Fray Albino.

A este hombre, a don Baldomero Moreno Espino, la izquierda de siempre le aplicó la frase hecha de «bandolero moreno». Pasó al olvido y al rencor, porque así escriben su Historia. Afortunadamente, el año pasado el Ayuntamiento le puso su nombre a una nueva calle cerca de Fuente de la Salud. En estos tiempos, donde tanta falta hacen hombres como él, es necesario recordar su figura.