Cuando a Córdoba llegó el «cine en relieve»
La pantalla del Teatro Góngora acogió la primera película en 3D
Desde que se inventó el cine en la década final del siglo XIX, su avance tecnológico ha sido constante. Periódicamente se incorporaban novedades que avanzaban en una forma de ocio que con rapidez fue adoptada por las sociedades de todas las latitudes.
El cinematográfico, considerado como el séptimo arte, nació mudo y en blanco y negro. El sonido llegó en la década de los 20 de la pasada centuria y poco después comenzaron los experimentos por hacer que lo que se viera en la pantalla tuviera todo el colorido de la vida real.
Hubo titubeos e intentos de todo tipo hasta que una vez cuajada la técnica se echaba en falta un paso más, el volumen. Las primeras películas conocidas ahora como 3D se denominaron en sus inicios como «en relieve» o de «tercera dimensión», como reclamos lo suficientemente atractivos para llenar las salas de cine.
'El hombre en las tinieblas'
La primera película en proyectarse en Córdoba con esta tecnología fue 'El hombre en las tinieblas' una producción norteamericana de 1953 que se pudo ver la pantalla del Teatro Góngora en enero del año siguiente, hace ahora 70 años.
La cinta, dirigida por Lew Landers, estaba protagonizada por Edmon O'Brien, Audrey Totter, Ted de Corsia y Horace McMahon, entre otros. Narra la historia de un ladrón de bancos que se somete a un experimento quirúrgico. Lo operan del cerebro para borrar todo rastro de criminalidad. Por tanto pierde la memoria y lo dejan en libertad, pero sus compañeros de banda lo secuestran para que cante dónde guardó el dinero, algo de lo que, lógicamente, no se acuerda.
Esta película data un salto tecnológico y ofrecía un 3D que sería la base del que ha llegado a nuestros días basado en la polarización de la imagen.
Hasta entonces se usaba el sistema Metroscopix, basado en el efecto estereoscópico pero de forma muy rudimentaria. El nuevo método, basado en las gafas con filtro polarizado que debe llevar el espectador, supuso un avance considerable, aunque en este caso 'El hombre en las tinieblas' se rodó en blanco y negro.
En el Palacio del Cine
Los avances tecnológicos no paraban en este tiempo, que eran los años dorados de Hollywood, y al año siguiente se anunció otra película «en relieve». Se trataba, ni más ni menos, de una versión estereoscópica de 'Los crímenes del museo de cera', aunque en este caso en vez de en blanco y negro la película estaba rodada en Warnercolor, que acabaría en el Eastmancolor, entre otras denominaciones comerciales.
En este caso la proyección no fue en el Teatro Góngora sino en el Duque de Rivas, en la avenida del Gran Capitán, dentro de esa competencia que durante años hubo en Córdoba entre las distintas salas. En este caso, el atractivo, además de en el color, estaba en el hecho de dar volumen a una cinta que poco antes había gozado de éxito de público con Vicent Price encabezando el reparto de esta película de terror.