Almuzara saca a la luz la Córdoba romana «nunca vista» con la publicación de un lujoso libro

La historia de Córdoba es un testimonio de cómo una ubicación estratégica y una cuidadosa planificación pueden convertir una ciudad en un epicentro de civilización y poder en el Imperio Romano. Pero el legado que dejó y la importancia que tuvo ha estado oculta para la propia ciudad siglos más tarde. La Córdoba contemporánea ha mirado más el legado musulmán y ha olvidado la importancia que tuvo como capital de la Bética.

Esa injusticia, ese agravio, es lo que ha tratado de paliar Manuel Pimentel , el editor y presidente de Almuzara con una ambiciosa publicación de 544 páginas y 4 kilos de peso, creada con todo lujo tanto en el diseño como en el tratamiento de textos e imágenes y que ha sido escrita por el Catedrático de Arqueología Desiderio Vaquerizo. Córdoba romana. La ciudad oculta es «el libro de esta década». Así lo ha definido un feliz Manuel Pimentel este lunes en el almuerzo que la editorial ha organizado con los responsables de los medios de comunicación locales para un presentación previa de la obra, que tendrá su puesta de largo el próximo jueves, día 20, en el Círculo de la Amistad.

Un acto que ha contado con Eugenio Sánchez Ramade. Sin el mecenazgo de sus empresas 12 PB y Espirea ( y el interés que despierta la historia y la arqueología en el empresario) Manuel Pimentel ha confesado que no hubiera sido posible la publicación y rentabilidad de una obra de estas características, que tiene un precio de 150 euros. No es un libro cualquiera porque el objetivo, ha insistido Pimentel, es descubrir 'la Córdoba oculta' que no es otra que la capital de la Hispania Ulterior durante la República romana, y más tarde capital de la Bética durante el Imperio romano.

Desiderio Vaquerizo ha señalado que este libro es una síntesis del trabajo de muchísima gente durante cuarenta años, «porque hace 40 años no se conocía la Córdoba romana. Prácticamente no se sabía nada sobre ella». Un libro que según el autor está concebido desde una doble perspectiva. Por un lado, la de ofrecer a la ciudad « una herramienta, un vademécum que no existía». Vaquerizo sostiene que la ciudad vive volcada sobre la época islámica y presume de ese periodo , pero que «de alguna manera niega su etapa romana», a lo que hay que añadir las pérdidas patrimoniales, «de no tener nada de época romana que enseñar ni que llevarnos a la boca. Lo poquito que hay está abandonado, está en proceso de reconstrucción o de destrozo».

El segundo objetivo de esta publicación es, según el catedrático de arqueología, reivindicar la ciudad oculta, esa Córdoba "que parece que no ha existido y que está en la base de todo. Porque fueron quienes definieron el urbanismo, quienes realmente crearon y consolidaron la imagen de la ciudad y quienes sentaron la base no solo de su callejero, sino de sus instituciones, de su lengua, de todo lo demás».

El libro, muy cuidado, cuenta con material gráfico «de primera magnitud» con fotografías «de campo», si el yacimiento ya no existe o está oculto y con «infografías de última generación».