El coro de San Pablo cobra nueva vida con la restauración que ahora termina
La deficiente construcción hacía peligrar su estabilidad
En unos días finalizará la restauración del coro de la iglesia de San Pablo, que ha corregido los defectos constructivos que tenía y que amenazaron de desplome, razón por la que hace 11 años se colocaron andamios en la zona afectada y que fueron retirados hace unos meses.
La terminación de esta obra recupera una construcción singular, ya que no data de los siglos XIII/XIV, cuando se construyó el templo, sino que se levantó en el paso del siglo XIX al XX, después de que la Diócesis de Córdoba entregara en 1897 a la comunidad de padres claretianos la iglesia que hasta las desamortizaciones de la centuria decimonónica había pertenecido a los dominicos.
Los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María, que es el nombre de la congregación fundada por San Antonio María Claret, llegaron a Córdoba en agosto de 1876 y su primera residencia fue en el convento de los Padres de Gracia, donde actualmente residen los trinitarios descalzos, y por esta razón aquella plaza se llamó durante un tiempo del Corazón de María.
El padre Pueyo
El padre Antonio María Pueyo fue destinado a Córdoba el septiembre de 1887. Llegó con 23 años y sólo un año después de ser ordenado sacerdote. En 1895 ya era superior de la comunidad y se dedicó a buscar un templo que fuese más céntrico. Consigue que el Obispado le entregue San Pablo y en 1898 se remangó y dedicó todas sus fuerzas a rehabilitar esta iglesia, que se encontraba en un pésimo y peligroso estado. Las décadas de abandono por el Estado tras la desamortización habían llevado a la ruina y al saqueo de algunos de sus elementos.
Pueyo no escatimó esfuerzos ni influencias, buscó fondos, materiales de acarreo hasta que en 1902 volvió a estar el templo de nuevo abierto al culto, aunque aún quedara mucho por hacer. En estos años de reformas contó con la colaboración del arquitecto Adolfo Castiñeira o de Mateo Inurria, que participó en la restauración. Y también en este tiempo se levantó el coro a los pies de la iglesia, aunque a la vista de su estado se sospecha con fundamento que la construcción se hizo sin supervisión técnica.
La restauración, que ha tenido un coste de 80.000 euros, ha sido sufragada por los padres claretianos y la Diputación Provincial. La empresa Ubecord de Construcciones SL ha sido la encargada de estos trabajos, bajo la dirección técnica del arquitecto Francisco Vázquez Teja, quien señala que al inspeccionar el coro de San Pablo se encontró «una construcción muy pobre y no muy acertada en algunos aspectos», como ocurre en la parte recayente a la nave del evangelio.
En esta zona del coro, además, el suelo se había rellenado con material de desecho de alfar, como cántaros, tiestos o brocales de pozo rotos. Esta técnica constructiva, que alivia el peso del forjado, es común en las provincias de Sevilla y Cádiz pero en Córdoba no se había hallado caso alguno, explica el arquitecto.
Filtraciones de agua
Otro problema añadido que se encontró fue el de las aguas pluviales. En el compás de acceso a San Pablo no había desagüe y cada vez que llovía se acumulaba junto a la fachada, filtrándose a través de los sillares de calcarenita, una piedra autóctona de gran porosidad. Esto provocó un desplome del muro de la fachada principal que es perfectamente visible desde el coro.
Vázquez Teja encontró también otra factura atípica en la parte central del coro. Ahí, «los nervios son de sillares reutilizados, porque el intradós no es regular». Esto confirma que el padre Pueyo buscó materiales donde fuera y encomendó su uso a un personal con buena voluntad pero sin la cualificación necesaria.
En las dos zonas del coro en las que se ha actuado se han reforzado con elementos de fibra y metálicos, con materiales especiales estructurales. Además, los arcos formeros y el toral, que se encontraban fisurados, se han ‘cosido’ con varillas de acero y resina.
El pavimento que tenía esta zona de la iglesia de San Pablo era una solería hidráulica de mala calidad y en esta actuación se ha sustituido por una de barro cocido más acorde con la construcción.
Visita de Salvador Fuentes
El presidente de la Diputación, Salvador Fuentes, ha visitado estas obras en el coro de San Pablo a las que les resta poco tiempo para su finalización. El objetivo era conocer el resultado de unos trabajos en los que la institución provincial ha colaborado económicamente.
En su visita, Fuentes ha estado acompañado del superior de los claretianos, Manuel Carrasco, así como del arquitecto Francisco Vázquez Teja y Manuel Muñoz, responsable de la empresa Ubercord, quienes le informaron detalladamente de los pormenores de esta actuación que salvaguarda una parte tan importante como valiosa del patrimonio monumental cordobés.