Pedro Sánchez junto a Pablo Motos durante la entrevista del programa 'El Hormiguero'Atresmedia/EFE

El portalón de San Lorenzo

Sopa de letras

Llegó incluso a cambiar a la anterior directora de RTVE porque no accedía a su capricho, que ha costado un buen dineral

Nuestro sistema parlamentario, basado en componendas públicas o bajo cuerda (el «pasteleo» que ya decían los cronistas del sigo XIX) es un mero teatrillo impotente ante el ejecutivo de Pedro Sánchez, ya que éste controla la llave de la caja de Hacienda, y desde ahí, con el dinero sacado de todos nosotros, puede comprar impunemente voluntades para conseguir lo que le pueda negar el voto directo de los españoles, en teoría los depositarios de esa entelequia ficticia llamada «soberanía popular».

De esta forma, a golpe de millones de euros, nuestro presidente subcontrata acuerdos con los separatistas catalanes (e incluso con los afines a la banda terrorista ETA) mientras controla, con la mano férrea que da de comer, a todas las instituciones y organismos del estado o dependientes de sus dádivas. Desde el Tribunal Constitucional (ya sólo queda que Cándido Conde Pumpido declare inconstitucional a la propia Constitución) hasta Correos. España es poco más o menos que su cortijo, y así se comporta.

También ha llenado los bolsillos de medios de comunicación adictos con cuñas publicitarias, muchas de ellas pagadas con fondos de la Unión Europea, para difundir propaganda del gobierno. Dirige la parrilla y los contenidos de todo lo que se emite por RTVE, desde una serie típica de esas con los «progres» buenos y los «fachas» y curas malos, hasta los informativos. Además, no se corta en que se haga de forma más o menos disimulada, porque ya sólo nos falta que él mismo dé el telediario, y lo mismo ni así lo haría con tanta pasión y énfasis hacia su persona como se hace actualmente. Ni el No-Do llegó a tanto, aunque en éste, junto a las loas al dictador, al menos se veían inauguraciones de pantanos y hospitales e incluso bloques de viviendas, y ahora lo que abundan son temas más íntimos y personales, como las críticas a los jueces que han «osado» investigar los chanchullos de su mujer o de su hermano.

Lo último, por el momento, es el programa de un tal Broncano, exigencia particular de Pedro Sánchez para luchar contras unas hormigas algo rebeldes de la competencia. Llegó incluso a cambiar a la anterior directora de RTVE porque no accedía a su capricho, que ha costado un buen dineral. Nos dieron la lata con la llegada de este «humorista» a todas las horas durante la pasada Eurocopa, jaleado como un regalo de los Reyes Magos por ese comentarista con aspecto de «pajarito» que no distinguía a un jugador de otro ni por casualidad, ni siquiera a un blanco de un negro o viceversa. Al menos, como si fuese uno de los habituales concursos que pueblan la televisión, con el sustantivo del susodicho Broncano podemos diseñar una simpática sopa de letras, con unos acertijos cuya solución pondremos al final de cada letra.

Con la letra 'B'

Con la letra B, nombre pila de la esposa del presidente, directora de una cátedra en una Universidad Pública generosamente financiada por «patrocinadores privados» a la cual accedió sin contar con ningún tipo de titulación académica (viva la «excelencia» que pregona nuestro sistema educativo). Está siendo «acosada» por «pseudo-medios» que hay que censurar y por unos jueces malvados.

«Begoña».

Con la letra 'R'

Esta letra R trae grandes recuerdos de juventud al PSOE, recordando su «hazaña» de juventud netamente «democrática» en 1934 contra el poder constituido que había salido de las urnas en la alabada II República de 1931.

Este intento de Golpe de Estado, que sólo cuajó en Asturias, duró 57 días (Tejero a su lado fue un mal aprendiz). Las huestes del PSOE asturiano, al mando de Belarmino Tomás Álvarez (1892-1950), cometieron toda clase de desmanes contra la propiedad privada, contra las instituciones, contra la Iglesia y contra las fuerzas de orden público (llegaron a descuartizarse guardias civiles). Bancos y cajas fueran desvalijados. Su idea era la de instituir un soviet al estilo «democrático» de la Unión Soviética, que asumiera todo el poder haciendo para ello gran uso de la represión y la violencia.

Finalmente, después de cuantiosas muertes de mineros empleados como fuerza de choque y de miembros del orden público, el tal Belarmino firmaría la rendición de los sublevados ante el general López de Ochoa y Portuondo (1877-1936). Este militar, que cumplía órdenes del presidente de la República, y a pesar de ser de tendencia «progresista», nada más estallar la guerra civil fue apresado en Madrid por miembros del Frente Popular en un hospital donde convalecía, Fue asesinado cortándole la cabeza, que se exhibió por las calles como un trofeo.

Manuel Azaña, en plan cínico, tildó de «fanfarronería» este Golpe de Estado. El dirigente socialista Indalecio Prieto se arrepintió públicamente de lo que hicieron, y junto a él la mayoría de su partido abandonó esta bandera de la Revolución de Asturias. Sin embargo, fue recogida alegremente por los comunistas, los cuales, con su innata capacidad para la manipulación y la propaganda, la convirtieron en todo un símbolo de «lucha y libertad» que ha llegado incluso hasta hoy.

«Revolución», «revolución de Asturias».

Y otra más de regalo, algo más jovial, con la letra R: famoso director general de la Guardia Civil que trincó y robó todo lo que pudo de esta institución. Asistió a fiestas con «señoritas» ligeras de ropa, montó una escapada ficticia a Laos y fue detenido tras un acuerdo. Pero no devolvió el dinero.

«Roldán, Luis Roldán».

Con la letra 'O'

La letra O tiene mucho significado para el PSOE por aquello del anacrónico «obrero» que todavía aparece en sus siglas.

Pero la pregunta que proponemos es sobre un colectivo «marginado», objeto de especial atención y «sensibilidad» por el gobierno y sus aliados. Sus miembros, por lo general muy reacios a trabajar, tienen el derecho reconocido a instalarse en las viviendas que sus propietarios de clase media adquirieron con grandes esfuerzos, muchas de ellas heredadas de sus padres aquellos primeros trabajadores españoles que trabajaron duro durante aquellos años entre 1950-1980, cuando se construía para que todo trabajador pudiese tener un techo.

Y es que al «nefasto régimen» franquista le dio por construir más de cinco millones de estas viviendas, mientras que con la democracia apenas llegamos a dos (obviemos el espinoso tema de la iniciativa sindical con la cooperativa PSV de la UGT, simpática al PSOE, que acabó en quiebra y tuvo que ser reflotada por el gobierno con el dinero de todos los españoles).

«Okupas».

Con la letra 'N'

Letra 'N'

Con la letra N, adverbio de negación presente en el famoso eslogan del PSOE de primeros de los 80 del siglo XX: «OTAN, de entrada (aquí el adverbio en cuestión, en mayúsculas)». Sin embargo, no fue obstáculo para que, con el paso de los años, uno de sus dirigentes con pancarta de entonces, el señor Javier Solana Madariaga, llegara a ser secretario general de este mismo organismo militar.

Eslogan del PSOE a comienzos de los años 80La Voz

Este mismo adverbio ha sido usado frecuentemente por Pedro Sánchez para negar lo que iba a hacer al poco tiempo, como cuando durante las campañas electorales dijo una y mil veces «que “(aquí la palabra) pactaría con las formaciones políticas al margen de la Constitución».

«No».

Con la letra 'C'

Letra 'C'

Con la letra C, Constitución, supuesta norma fundamental reguladora del estado. Aunque parezca mentira, fue aprobada en Barcelona con un voto afirmativo del 91%, mismo porcentaje que en la «españolista» Córdoba.

Resultado del Referendum de la Constitución en 1978

Por lo que se ve, permite amnistiar golpes de estado y terrorismo como si tal cosa. Su «flexible» interpretación (nunca mejor dicho) queda bajo la égida de un jurista gallego que tiene también esta letra en su nombre de pila (relacionado con la «candidez») y al comienzo de su apellido compuesto, que termina en Pumpido.

«Constitución», «Cándido Conde-Pumpido».

Y con la letra 'A'

Letra A, con la que comienza una división territorial de España, aprobada en 1978, en entidades políticas con capacidad de autogobierno. Aunque en principio está garantizada la igualdad entre las mismas (salvo rescoldos forales en Navarra y País Vasco), ahora, según el dictado del poder supremo, no es así, aunque hasta desde las filas del propio PSOE hayan surgido voces discrepantes (si bien «de boquilla») mientras el Consejo de Estado sigue durmiendo plácidamente el sueño de los justos...

«Autonomías».

Pedro Sánchez y Cándido Conde-Pumpido, en enero en la MoncloaEFE

Y con esto continuamos con esta breve sopa de letras dedicada a nuestro gobierno. Un gobierno que, entre altos cargos y asesores tiene más de 1.100 personajes de dudosa capacidad nombrados por el dedo del césar, con un sueldo neto anual que no baja en plan promedio de 80.000 euros. Y decimos bien lo de «neto», porque esta cifra es descontando el IRPF, ese impuesto implantado desde 1981 que asfixia cada vez más las nóminas de trabajadores y pensionistas y por el que se recauda más 42.000 millones de euros anuales en un país como España que tienen cerca de 300.000 cargos políticos, más que la propia Alemania.

Un gobierno que no es capaz de articular un mínimo de leyes higiénicas y civilizadas en un país donde la injusticia social campa a sus anchas, los jóvenes no encuentran trabajos dignos ni pueden acceder a la vivienda, y mientras, okupas y maleantes de todo pelaje viven como quieren y le da la auténtica gana.

Un país en el que, con la democracia, y pasando por todos los gobiernos, la tendencia inexorable, con algunos repuntes efímeros, ha sido que el grueso de la población pierda su poder adquisitivo, (en más de un 65%) y donde una familia media, con el padre y la madre trabajando, apenas puede llegar a fin de mes con muchos menos hijos que antes. Y mientras, la sanidad pública se cae a pedazos y ya los trenes ni salen ni llegan a su hora como si fuéramos un país del tercer mundo.

¿Dónde va el dinero de los españoles? En gran parte a mantener una estructura enorme de sueldos políticos y de población que vive de los demás, desde los que no pegan ni un palo al agua hasta los servidores, propagandistas y comparsas subvencionados. Entre ellos un tal David Broncano.

La letra 'N'

Letra 'N'

El Gobierno huye otra vez de la letra N, porque siempre que le preguntan cómo es que José Luis Rodríguez Zapatero anda de un lado para otro visitando todos los lugares para regenerar la democracia, lugares como: China, Cuba, Venezuela, Guinea, Bolivia, de tal forma que no para. Incluso tenía hasta hace poco a un tal Raúl Morodo que era su embajador económico e interesado en todos estos asuntos.

La letra 'O'

Letra 'O'

La letra O. En un excelente artículo del 21/7/ 2023 la periodista Teresa Gómez de un periódico digital, nos dice que el tal José Luis Rodríguez Zapatero, «El jefe de la Inteligencia y Contrainteligencia del chavismo, Hugo El Pollo Carvajal, reveló en su declaración en la Audiencia Nacional el modo en el que el ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero cobraba de los dictadores venezolanos Hugo Chávez y Nicolás Maduro. No se trataba de una mina de oro de nada similar. El Pollo Carvajal contó en sede judicial que el ex líder del PSOE cobraba a través del dinero que le generaban acciones –regaladas por Maduro– en empresas venezolanas que tenía a nombre de testaferros».

Zapatero junto a Maduro en una de sus entrevistas.Efe

Y este demócrata que llegaría al poder en España después de aquella masacre de Atocha, y de la que no se aclaró con certidumbre nada en absoluto. Anda suelto por ahí de negocios y parlancheos, Incluso a lo mejor cobrando de España, y nadie quiere saber nada.