Baños almohades de la PescaderíaJC

La compleja historia de los baños de la Pescadería

El inmueble de la calle de la Cara conserva restos de época romana

En torno a final de año finalizará una campaña arqueológica de la Junta de Andalucía en los baños almohades de la Pescadería, situados en la calle de la Cara, con la intención de musealizarlos y abrirlos al público como un atractivo histórico más de Córdoba.

Estas excavaciones son dirigidas por Santiago Rodero quien ha desentrañado la compleja historia y los sucesivos avatares vividos por el inmueble, en los que diversas capas recogen distintos momentos de la historia.

Unos grandes sillares romanos, en el estrato más bajo de lo excavado hasta el momento hablan de los orígenes de la casa, situada en las inmediaciones de lo que ahora es Cardenal González y en aquella época era una arteria muy transitada y, a la vez, cercana a la conocida como Porta Piscatoria, de donde toma el nombre de baños de la Pescadería por tomar la zona este nombre.

En la visita girada por los delegados del Gobierno y de Cultura, Adolfo Molina y Eduardo Lucena, respectivamente, han podido conocer la existencia también de un edificio de época califal de gran importancia por las huellas encontradas, como la técnica constructiva o decorativa, con atauriques similares a los de Medina Azahara.

Una casa califal con jardín

Este edificio del siglo X tenía su acceso por la calle de la Cara y contaba con un jardín posterior, dotado de una pileta y un pozo, en la parte recayente a Cardenal González. En la investigación realizada por Rodero ha encontrado unos paquetes de cenizas de residuos de los que ha podido rescatar algunos elementos, como una jarra de cerámica en miniatura y en perfecto estado que era un juguete infantil.

Jarra en miniatura aparecida en los baños de la PescaderíaJC

Dos siglos más tarde, ya en periodo almohade, el inmueble se convierte en unos baños públicos. Para ello se conserva buena parte de la construcción precedente y el resto se adapta. Hasta el momento se ha encontrado la caldera y la sala caliente, con el característico suelo radiante típico de estas instalaciones.

En uso hasta el siglo XVI

Tras la reconquista, Fernando III entrega estos baños al Cabildo de la Catedral, que los amplía y gestiona hasta 1392 porque en la sociedad de la época se mantenían las costumbres relativas a la higiene personal. En el siglo XVI, en cambio, estos usos decaen, al vincularse con las prácticas de los moriscos y el inmueble pierde su destino histórico y se convierte en viviendas.

Rodero ha explicado que desde ese momento hasta la actualidad ha servido de carbonería, de tahona con unos hornos de los que se conservan restos o de cuadra, siendo aún visible el pavimento de cantos rodados para el paso de las bestias por el interior de la casa.

Varias construcciones superpuestas

Los baños de San Pedro, en cambio, no han tenido una historia tan azarosa y su lectura es mucho más fácil. En estos de la Pescadería, por ejemplo, hay estructuras de los baños que están en un segundo nivel y que para la construcción de éstos se utilizó buena parte de la construcción califal preexistente.

Baños almohades de la PescaderíaJC

La intención de la Junta de Andalucía con el trabajo realizado por Santiago Rodero es conocer lo mejor posible todo aquello que se conserva para que sirva de base para la redacción de un proyecto de conservación de estos baños así como para la musealización y apertura al público de los mismos.