Las sorpresas que se podrán ver en 2026 en los baños árabes de San Pedro

La Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía acaba de adjudicar a la empresa Vesta Rehabilitación SL los trabajos de consolidación, puesta en valor y adecuación para la visita de los baños almorávides de San Pedro por importe de 1,3 millones de euros. El plazo de ejecución es de 13 meses, por lo que en el próximo año se podrá disfrutar de un elemento patrimonial de alto valor que está prácticamente inédito.

Estos baños fueron adquiridos por la Junta de Andalucía en 1992 y durante décadas sólo fueron sometidos a algunos estudios arqueológicos, sin que en ningún momento la entonces Administración socialista diese paso alguno para su apertura al público y disfrute por la sociedad.

Ahora, en los últimos dos años, se han dado los pasos necesarios para que pronto sea una realidad la visita a este recinto que data del siglo XII y que es el único de estas características que se encuentra en la Ajerquía, ya que los otros baños están concentrados en los alrededores de la Mezquita Catedral.

Estos baños de San Pedro están situados en la calle Carlos Rubio 8 y 10. El inmueble número 10 es actualmente un solar y será el acceso a la visita. Al mismo se accederá directamente desde la calle y, además de la taquilla y otras dependencias para el personal, habrá una sala para exposiciones temporales y otras actividades relacionadas con los baños.

El recorrido de la visita

A través de una rampa de madera semicircular se accederá a la primera planta, sobre los restos arqueológicos de los bajos, que ocupan el inmueble número 10. Desde este punto se podrá ver el inicio del ciclo del agua, los aljibes situados en altura que se nutrían del agua de la noria. Además, también se podrá ver el denominado ciclo del fuego, con una rampa por la que se subía la leña y la sala de la caldera en la que se calentaba el agua.

El siguiente espacio es una galería que tendrá exposiciones permanentes y que servirá también de espacio de interpretación. Desde esta galería se pueden ver las bóvedas de los baños y de la sala templada, con la posibilidad de contar con vitrinas en las que se expondrán de forma conveniente determinadas piezas del yacimiento.

El visitante iniciará su recorrido con una visión general y en altura desde esta galería del nivel superior y de la pasarela dispuesta a lo largo de la medianera meridional. Después, por una escalera se bajará a la sala fría, iniciando aquí el recorrido por el interior de los baños. La idea es que el visitante haga el mismo recorrido que hacía el usuario de estos baños hace ocho siglos.

La sala templada

La visita prosigue por una pasarela que conduce a la sala templada, donde se podrá ver su bóveda original, con lucernas, apoyada en un pórtico de columnillas construidas con elementos reutilizados de época califal. La otra parte de este espacio no se conserva, aunque se prevé usar los restos de columnas encontrados en los propios baños y conservados en el almacén del Museo Arqueológico recrear este espacio.

El siguiente lugar que se visitará es la sala caliente, que conserva el hipocausto, que es el sistema para calentar el suelo. En la misma se conserva la bóveda con lucernas, y los arcos geminados de la saleta occidental, soportados por una columna con capitel almorávide. La saleta también conserva su bóveda, actualmente apuntalada, que será consolidada y restaurada.

La sala de inmersión

A través de una saleta se pasa a la sala de inmersión, donde se encuentra la pileta como verdadero centro de los baños. Este espacio conserva sus dos bóvedas sobre trompas.

El recorrido finaliza en la crujía oriental de planta baja, donde se puede ver el fin del ciclo del agua, donde están los desagües de los baños encontrados en la excavación.

Desde este punto, el visitante podrá salir directamente a la calle o volver al inicio del recorrido por la escalera que asciende de vuelta a planta primera, desde donde se desciende por una rampa circular.