La brutal sinceridad del nuevo capitán del Córdoba CF

Si algo ha caracterizado al delantero del Córdoba CF, Kike Márquez, durante el año que lleva en el club blanquiverde es que no se corta. Ya lo demostró hace unos meses cuando, tras la destitución de Germán Crespo como entrenador, reconoció sin complejos que no sintió su confianza.

Y es que a sus 34 años, el sanluqueño ha vivido de todo en el mundo del fútbol y, tal vez, la situación más surrealista haya sido en el Córdoba, del hace unas semanas podría haber salido y, ahora, es su nuevo capitán, elegido tras la votación de sus compañeros de vestuario. Lo que -por otra parte- dice mucho de su carácter, más allá de la imagen que pueda transmitir.

De eso ha hablado en su primera comparecencia como capitán, donde no ha dudado en señalar que «me tachan de esa imagen que doy, de serio, de chulo, de que pongo una barrera con esa persona y para nada es así». En este sentido, Marquéz ha manifestado que«creo que soy bastante cercano. En el vestuario trato a la gente súper bien, le doy ese cariño que necesita cada uno. Al final hay que conocerme con el paso de los días y ahí es realmente cuando puede juzgar a la persona».

Pero el atacante tampoco ha eludido pronunciarse sobre una posible marcha del club y ha asegurado que este verano no ha llegado a «dudar», si bien, «pensar en salir, sí». Y es que, para Márquez «ha sido la peor etapa de mi vida, desde que tengo uso de razón en el mundo del fútbol es el momento más triste y lo he pasado súper mal. En verano le he dado muchas vueltas a la cabeza y siempre he estado a disposición del club por si, en algún momento, hubieran pensado en que tenía que salir no hubiera puesto ningún impedimento, porque se acabó como se acabó el año y, a lo mejor, era lo mejor para mí y para el club». No se fue y ahora es el capitán del Córdoba.