Los jugadores de la UD Ibiza celebran uno de los goles de Soko

Los jugadores de la UD Ibiza celebran uno de los goles de SokoUD Ibiza

Fútbol

El Córdoba es un juguete en manos del Ibiza y empieza perdiendo

Los blanquiverdes caen en casa ante los baleares por 2-3

El Córdoba CF acabó la temporada ganando al Badajoz (al que descendió) y cerrando con una victoria una segunda vuelta de campeonato indigna. Tras ello, se cambió al CEO se trajo a un nuevo entrenador y se cambió a media plantilla. Pero las musas del fútbol son caprichosas y los blanquiverdes hicieron un papel similar al del pasado curso y empezaron perdiendo.

El 2-3 ante la UD Ibiza se pudo justificar con numerosos argumentos, pero el más plausible es que algunos de los fallos son los mismos y que esta plantilla tiene menos calidad que la anterior. A eso se le unió un rival que es claro favorito para quedar campeón y que, pese a tener muchos más jugadores nuevos que el Córdoba, el Ibiza de Fernández Romo pareció mucho más conjuntado que su rival sobre el césped del Arcángel.

El Córdoba de Iván Ania fue un equipo voluntarioso (como los de la zona media), que dio un chispazo (de poco voltaje) al comenzar con una aproximación (que no ocasión) de Antonio Casas y, a partir de ahí, el equipo balear comenzó a amasar el partido. Primero con dominio territorial, hasta que el recién llegado Soko (dos días llevaba anunciado su fichaje) hizo el 0-1 a los 14 de juego. Pero un chispazo propició el empate de Antonio Casas dos minutos más tarde. Con las tablas el encuentro discurrió con casi nada hasta que en el descuento el cuadro visitante hizo un penalti que Kike Márquez transformó.

El 2-1 duró hasta el minuto 50, cuando Soko hizo el segundo, entre la pasividad en su marcaje y la salida a medias de Carlos Marín. El 2-2 era un gran resultado para un Córdoba que nunca dio sensación de autoridad.

En manos del rival

El segundo acto comenzó con los baleares más apagados y los cordobeses en un quiero y no puedo, hasta que en cuatro minutos (del 54 al 58), el Ibiza tuvo dos claras oportunidades en las que el portero blanquiverde se redimió de su error. De nuevo, el partido siguió tranquilo, donde quería el rival del Córdoba hasta que en el minuto 81 una gran jugada de Arroyo acabó con una mejor asistencia al exmalaguista Álex Gallar que supuso el 2-3 definitivo.

Para empezar, derrota y una imagen, la del Córdoba, de un equipo voluntariosos, pero frágil en el centro del campo, tanto para crear como para destruir juego y con futbolistas que son una entelequia, caso de Carracedo, que apenas hace cosas reseñables, pero en el que los entrenadores ven cosas que la gente normal no aprecia. Lo que, de momento, parece tangible es que las primeras señales del Córdoba no son halagüeñas, pero de una semana a otra todo cambia, aunque no la entidad del próximo rival, el Real Murcia, otro candidato claro al ascenso.

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