El entrenador del Córdoba ¿cerca o lejos de ser destituido?

El balance del arranque de temporada del Córdoba CF no es prometedor. Tres victorias y cuatro derrotas conforman un bagaje pobre para el objetivo del ascenso y, por tanto, la primera mirada siempre se dirige al banquillo, cuyo inquilino es Iván Ania.

Cuestionado en la previa del partido ante el Mérida por la visita de los consejeros de la entidad esta semana, el técnico ha desvelado que «nos transmitieron apoyo, tranquilidad y que están deseando que vayamos para arriba», frases que, en infinidad de situaciones precedentes en el mundo del fútbol, suponen el paso previo a la destitución.

Ania confesó, además que «tengo un poco la barrera del idioma con ellos, porque no domino el inglés perfectamente, pero sí que me pudieron transmitir su apoyo. Y para nosotros es positivo saber que están pendientes y ojalá que podamos ir para arriba y cumplir los objetivos».

Sobre su situación personal, el preparador asturiano respondió con evasivas y señaló que «es una situación curiosa, porque la sensación que el equipo transmite es de superioridad sobre el rival, de someterlo, pero eso luego no se ve reflejado en los marcadores finales de los partidos».

Buenas sensaciones, malos resultados

Al hilo de ello, Ania recordó que «habíamos encadenado dos victorias consecutivas, que eso te da confianza y moral, y el otro día fue un partido en el que creo que el equipo no se debilita y sí que sometimos y fuimos capaces de condicionar a un equipo que, hasta ese momento, nadie lo había conseguido. El Algeciras que vimos el otro día no tuvo nada que ver con el que habíamos visto en las seis jornadas anteriores y, en ese sentido, sales reforzado».

Ganar

Y remató con un «lo que queremos es darle la vuelta a la situación» y sumar los tres puntos ante el Mérida como hicieron hace dos semanas ante el Recreativo de Granada.