El obispo de la diócesis Demetrio Fernández ofició un acto sencillo en el que se quiso poner en valor al equipo, reconociendo su esfuerzo y el sacrificio y dio las gracias por llevar el nombre de Córdoba y del Arcángel San Rafael por toda la liga. Se rezó un Padre Nuestro y, a continuación, los futbolistas del equipo cordobesista ofrecieron un ramo de flores a San Rafael.