El Córdoba muere en la orilla de Los Cármenes

De vacío de la manera más cruel. En el descuento y después de mantener a raya a un Granada bastante inocente que solo fue superior al Córdoba a raíz de la expulsión de Theo Zidane en el 38’. Hasta ese momento, mucha igualdad. Pero fue entonces cuando Rafael Sánchez López y el VAR decidieron cargarse un derbi andaluz que estaba respondiendo a las expectativas. Pese a la derrota, el equipo blanquiverde seguirá una semana más fuera del descenso.

La versión más seria a domicilio… hasta la aparición de Rafael Sánchez López y el VAR

Iván Ania quiso, de entrada, darle continuidad y confianza a los hombres que lograron sumar un punto en Albacete. Pese a no terminar del todo contento, el preparador asturiano premiaba así de inicio la buena línea del equipo en materia de resultados. Lo subrayado en rojo era no cometer errores infantiles. Esos que tantos dolores de cabeza habían costado en las salidas anteriores. Y lo cierto es que el Córdoba, ahí, dio la talla durante los primeros cuarenta y cinco minutos. Incluso resistiendo con uno menos. Porque Theo fue expulsado en el 38’ por roja directa en una acción cuanto menos muy rigurosa. Cierto es que el francés levanta en exceso la pierna, pero en ningún momento ve la posición del rival. En cualquier caso, el VAR no estimó considerarlo y el equipo blanquiverde tuvo que ir a remolque durante el segundo acto.

Antes, el Granada apenas había podido inquietar con un gran cabezazo a bocajarro de Lucas Boyé que terminó salvando bajo palos Carlos Marín. Los de Ania, mejores que su rival en el primer acto, robaban en campo contrario y jugaban con criterio, aunque sin ocasiones. La mejor la tuvo precisamente Theo después de una buena acción de Calderón por la izquierda que acabó con un disparo alto con la zurda. A raíz de la expulsión, el guión cambió y el combinado nazarí empezó a asomarse con más insistencia sobre el área del Córdoba. Corbeanu, con un tiro alto, escribió el epílogo de una primera mitad que dejaba al equipo blanquiverde tocado de cara a la segunda mitad.

El orden y saber sufrir no fue suficiente

El Córdoba sabía que iba a sufrir y eso quedó reflejado casi desde el principio. Ania reajustó a su equipo alrededor de un claro 4-4-1 en el que el orden era lo suficientemente notable como para mantener a raya al Granada. Pese a ello, las opciones de gol siempre caían del lado nazarí. Primero con un disparo alto de Ricard Sánchez y, después, con un lanzamiento de falta de Boyé que se marchó alto. El argentino, muy superior a Marvel en todas las disputas, tuvo una opción inmejorable para estrenar el casillero en el minuto 65, pero su cabezazo, completamente solo en área pequeña, se marchó fuera por muy poco.

El técnico asturiano, que había dado entrada a Yoldi en sustitución de un tocado Carracedo, optó por mover el árbol retirando a un intrascendente Antonio Casas y a Álex Sala para que sus lugares fueran ocupados por Obolskii y Genaro. El atacante ruso, en apenas minutos, demostró uno de sus fuertes: el juego de espaldas en el área. Así se hizo hueco tras un buen servicio de Albarrán y, tras girar sobre sí mismo, conectó un buen tiro con la zurda que Diego Mariño envió a córner. El Córdoba era más que un equipo ordenado. En la medida de sus posibilidades no se planteó renunciar al ataque, aunque la empresa era bastante complicada.

Y, aunque Iván Ania reforzó el centro del campo con Genaro, Sintes y el debut de Kuki, el Granada insistió hasta el final empujado por su condición de local y claramente beneficiado por jugar con uno más durante cerca de una hora de partido. Así, en una buena acción ofensiva, llegó el tanto de Diao ya en el 91’. Marvel, otra vez en la foto, no vio al canterano granadinista a su espalda, que solo tuvo que empujarla para hacer el 1-0 definitivo.

Nadó, remó y murió en la orilla. Un resultado bastante condicionado por una expulsión muy rigurosa y que, a buen seguro, dará que hablar durante la semana. La próxima cita será vital para el Córdoba: recibirá el viernes 18 al Cartagena desde las 20:30 horas.