El Córdoba Patrimonio se hace con tres puntos de oro (2-1)

El Córdoba Patrimonio de la Humanidad vivió en esta ocasión la cara dulce de este deporte. Si en Zaragoza los últimos segundos le salieron rana, hoy vio cómo la madera repelía un disparo de Isma a falta de 5’’ que pudo haber significado dos puntos menos. Y lo cierto es que el encuentro, si se observa en su globalidad, tuvo mucho de eso. De empate. Porque los dos evidenciaron ser equipos a los que les cuesta ver puerta y, por momentos, todo lo que se percibía en Vistalegre es que el choque acabaría en tablas. Afortunadamente para los blanquiverdes no fue así y los tres puntos se quedaron en casa para dar mucho aire a los de Ema Santoro.

Igualdad total desde el inicio

El conjunto blanquiverde empezó fuerte en el duelo. Buscando la portería de Burela aunque sin acciones de mucho peligro. Pero merodeaba el gol y, fruto de una falta pegadísima a la línea del área, llegó el 1-0. Pablo del Moral la tocó en corto para Murilo Duarte que, con pierna izquierda, batía de forma ajustada a Kaluza. Precisamente el polaco sería protagonista minutos después al repeler un potente disparo con la derecha de Arnaldo Báez, que también tuvo la oportunidad de ampliar el marcador tras una asistencia de Kauê. Pero, si perdonas, lo pagas. Y si tienes desaplicaciones defensivas, más. Así se fraguó el 1-1 de Araya. Un buen envío de Juninho lo aprovechó el chileno para hacer el empate. No sin fortuna, pues Hugo Expósito tuvo hasta dos despejes claros que no efectuó antes de que esa pelota besara la red.

De ahí al final los tiempos muertos tampoco hicieron mucho efecto en ninguno de los dos. Los de Ema Santoro, al filo del descanso, volvieron a tener la oportunidad de ampliar el marcador tras una acción a balón parado similar a la que originó el 1-0, pero, en esta ocasión, Duarte se estrelló contra la defensa gallega.

La lesión de Gui Santos, la mala noticia tras la reanudación

La segunda mitad comenzó con la misma tónica general que la primera; es decir, con un Córdoba buscando las acciones de uno contra uno frente a un equipo bien posicionado para cazar algún contragolpe. Y, en ese guion, la película empezó torcida para los de Ema Santoro. Porque Gui Santos se marchó lesionado del tobillo tras un pisotón involuntario en una acción defensiva. Y es que ese concepto, el defensivo, es el que tomó todo el protagonismo de la segunda mitad. Apenas se pudo ver a los porteros en los primeros diez minutos del segundo acto. Pero el que más quería era el cuadro blanquiverde y eso se tradujo en el marcador a falta de 7’ para el final. De nuevo Báez, tras un servicio de Kauê, lograba de cabeza ajusticiar a Kaluza en el segundo palo para poner el 2-1.

Así pasaron los minutos hasta que, cuando restaban algo menos de tres para la conclusión, Burela decidió jugar de 5. Más intensos en los ataques, pero sin inquietar demasiado la portería blanquiverde. Hasta que el reloj se consumía. Ahí emergió el tirón final de los gallegos, que hicieron sacar la versión más sólida y solidaria de los de Santoro. A pesar de ello, tocó sufrir de lo lindo, pues Isma se encontró con la madera cuando solo restaban cinco segundos para la conclusión.

Al final, victoria y gran tranquilidad para un Córdoba Patrimonio que le mete tres puntos de distancia a Burela y aumenta su renta con el descenso. Justo en el primer momento crucial de la temporada, pues la semana que viene toca visitar al colista Noia.