Marvel y Carlos Álvarez pugnan por un balón

Marvel y Carlos Álvarez pugnan por un balónRRSS Levante UD

El Córdoba resiste al VAR y saca un punto de oro (2-2)

El conjunto blanquiverde vuelve a sonreír a domicilio después de sobreponerse a la actuación de Lax Franco y Óliver de la Fuente Ramos

Quizá el partido más completo a domicilio de la temporada estuvo a punto de acabar en tragedia. Y no porque el Córdoba estuviera impoluto en todas las facetas, que no lo estuvo (el gol del empate es una buena muestra) sino porque Lax Franco y en el VAR estuvieron a punto de perpetrar una de las mayores barbaridades arbitrales que se recuerdan desde que el video arbitraje ha llegado a nuestras vidas. De hecho lo hicieron pitando un penalti absurdo de Marvel para el que tuvieron que estar mirando al detalle cinco minutos de reloj (ni obvio, ni claro ni manifiesto pues). Sin embargo, los de Iván Ania no se vinieron abajo en esta ocasión y, en otra acción de VAR (esta inobjetable), a Lax Franco y a Óliver de la Fuente Ramos no les quedó más remedio que señalar un clarísimo penalti por manos que Jacobo se encargó de transformar en el definitivo 2-2.

La primera mitad, con el mismo guion de Almería y Gijón

El inicio en el Ciutat respondió a lo que viene siendo habitual en las dos últimas salidas; es decir, el Córdoba asomó como un equipo aparente. Buena propuesta, cierta seguridad, pero muy poco colmillo. Las bajas en defensa obligaron a Ania a tirar de Marvel en el costado zurdo, por lo que el equipo blanquiverde perdió toda profundidad en ese lado. Por el contrario, ganó en lo defensivo, pues apenas sufrió el exmadridista en los primeros cuarenta y cinco minutos ante la amenaza de Carlos Álvarez. Álex Sala, que regresaba a la medular probó tímidamente a Andrés Fernández con un disparo mordido en los compases iniciales. Y ahí se acabó el bagaje ofensivo del Córdoba en el primer acto. Buena imagen, iniciativa… pero muy poco a nivel ofensivo para todo a lo que expone. Y no por falta de opciones, pues en hasta cuatro o cinco ocasiones, Carracedo gozó de oportunidades de meter buenos centros al área que quedaron en nada.

El Levante, que no estuvo cómodo en la primera mitad, inquietó con bastante más contundencia sin descubrirse tanto. A balón parado estuvo cerca de inaugurar el marcador con una entrada desde segunda línea de Pampín. El disparo del lateral, completamente solo en esa acción, se marchó ligeramente alto. A partir de ahí, los de Calero tomaron el control del partido, aunque sin muchas alternativas. Cuando el Córdoba dejaba pensar al poseedor, el cuadro granota lograba encontrar espacios, aunque sin acierto en el último pase. Ahí Xavi Sintes impartió su magisterio salvando al límite en varias ocasiones. En alguna, incluso, enmendando algún error propio cuando Morales enfilaba la portería de Carlos Marín.

El almeriense tampoco tuvo trabajo, pues las mejores ocasiones levantinistas no fueron entre palos. La mejor, de hecho, se topó con él. Fue en un lanzamiento de falta directa de Pablo Martínez en el minuto 34. Ahí pudo desnivelarse el choque, si bien hubiera sido demasiado castigo para un Córdoba que terminó el primer acto merodeando sin acierto la portería de Andrés Fernández.

Theo dispara la ilusión hasta que aparecieron Morales… y el VAR

Todo lo contrario que pasaría tras la reanudación. Siguió merodeando, pero con todo el éxito que le había fallado anteriormente. Una gran jugada ofensiva llevó el balón a la banda izquierda, donde Adilson amagó, Álex Sala invirtió el sentido del juego viendo la aparición de Carlos Isaac y este presentó un balón atrás que Theo Zidane, entrando desde segunda línea, se encargó de transformar en el 0-1. Eso por lo que tanto había suspirado en las últimas semanas Iván Ania. El gol hizo mucho daño al Levante, incapaz de responder a la buena salida tras el paso por vestuarios. Dos disparos de media distancia de Álex Sala y Adilson inquietaron de tal manera que el Ciutat de Valencia empezó a sacar la sinfonía de los silbidos para los suyos.

Hasta que el Córdoba, inexplicablemente, entró en esa vorágine que combina la autodestrucción y el atraco arbitral. En el primer punto porque, con todo a favor, volvió a fallar de manera flagrante en defensa. Todos mirando un balón picado, Martínez rompiendo tarde el fuera de juego y Morales anotando ante la salida de Carlos Marín. El gol del empate llegó cuando menos lo merecía un Levante que, al borde del minuto 70, contó con el refuerzo invernal de Lax Franco. Quédense con ese nombre. Y con Óliver de la Fuente Ramos. Porque se inventaron mirando al detalle un penalti para el que hubo que esperar más de cinco minutos de revisión. Y se suponía que el VAR llegaba para lo obvio, claro y manifiesto. Hoy desde luego no. Kochorashvili rompía la igualada desde los once metros y, a partir de ahí, los de Julián Calero tuvieron la oportunidad de ampliar distancias con un Córdoba bastante tocado en lo anímico.

Pero no lo hicieron y, ya en añadido, un centro desde la derecha encontró un remate muy desviado de Jacobo que impactó en el brazo de un futbolista del Levante. Penalti que no admitía discusión, pero para el que Lax Franco también tuvo que ser avisado. No le quedó más remedio que señalarlo y Jacobo se encargó de hacer justicia. Y el botín pudo ser mejor, pues el Levante se deshizo en esos minutos finales y, con un poco más de claridad, hubo alguna opción de haberse quedado mano a mano ante Andrés Fernández. Al final, tablas más que merecidas y que refuerzan al Córdoba de cara al tramo final de 2024. Ya solo quedan Eibar y Oviedo.

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