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Despido

UGT denuncia el caso de un trabajador despedido tras «comunicar que padecía un cáncer cerebral»

«Fui citado a mi puesto de trabajo estando de baja y sin previo aviso y, a las pocas horas, al negarme a acudir por motivos de salud, recibí el despido en mi domicilio»

Los servicios jurídicos de UGT Servicios Públicos se han hecho cargo del caso de un joven de 30 años, plantilla del servicio provincial de transporte sanitario, «al que la empresa despidió tras comunicar que padecía un cáncer cerebral, a pesar de que había sido calificado como apto con limitaciones, por lo que requería de ser ubicado en un puesto adaptado a sus circunstancias».

En una nota, UGT ha detallado que «el trabajador, que permaneció de baja un año tras habérsele detectado la enfermedad en septiembre de 2021, seis meses después de que pasase a formar parte de la plantilla del servicio provincial como Técnico de Emergencias Sanitarias, fue subrogado por la nueva empresa, la UTE formada por las empresas GSS y Pasquali, con la que la Consejería de Salud firmó la nueva licitación del servicio, y que comenzó a operar el pasado mes de octubre».

«Sin embargo, tras ser subrogado en el proceso, y al igual que a otros trabajadores, se le envió directamente a disfrutar de sus vacaciones con la excusa de que aún no se habían adaptado los puestos de trabajo. Tras su regreso de este periodo, y una semana después de entregar a la empresa el informe que lo calificaba como apto con limitaciones, lo que supondría la necesidad por parte de la empresa de que lo ubicase en un puesto adaptado, fue despedido por la misma. Además, se da la circunstancia de que este despido se produjo unos días después de que el trabajador presentase una nueva baja tras una recaída», ha proseguido UGT.

Según destacó el empleado, «nunca recibí ninguna indicación más allá de que debía esperar a que mi puesto fuese adaptado a pesar de que la empresa nunca me valoró y ni siquiera me llegaron a conocer personalmente». «De hecho, fui citado a mi puesto de trabajo estando de baja y sin previo aviso y, a las pocas horas, al negarme a acudir por motivos de salud, recibí el despido en mi domicilio», añadió.

No apto

El trabajador despedido señaló que se le había cualificado un grado de discapacidad del 33 por ciento y que había recibido por parte de la empresa una hoja de aptitud como «apto con limitaciones», algo que fue modificado posteriormente, en el plazo de tan sólo siete días y sin haberse producido ningún cambio en su patología, por una hoja en la que constaría como «no apto».

Asimismo, el empleado denunció que la empresa «tiene un comportamiento cuanto menos sospechoso al realizar este cambio sin un reconocimiento personal y sin haberse producido ninguna variación en el diagnóstico» y acusó a sus responsables de mostrar una actitud «con una absoluta falta de empatía y ninguna humanidad ante un trabajador que padece esta grave enfermedad y que ha aportado con total celeridad toda la información médica, al despedirlo».

Ante la posibilidad de producirse un acto de conciliación con la empresa el próximo 3 de enero, el trabajador asegura no buscar ningún tipo de compensación económica ni indemnización sino la reincorporación a la empresa ya que, indicó, «el trabajo es muy importante para mi estado anímico y los especialistas me han recomendado que siga haciéndolo ya que esto supondría un beneficio muy importante para mi salud».

Subrogaciones

Esta nueva denuncia se suma «a las muchas otras recibidas por trabajadores y trabajadoras de este servicio, tanto por las condiciones laborales y por las circunstancias en las que se produjeron las subrogaciones así como por las condiciones económicas, situaciones que, según denuncian muchos trabajadores, no sólo estarían afectando a los empleados y empleadas de esta empresa en lo económico y emocional, sino afectando muy directamente a la propia calidad del servicio, esencial y absolutamente necesario para proteger la salud de los ciudadanos y preservar, en muchas ocasiones, hasta su propia vida», ha denunciado UGT.