La subida del salario mínimo 'destroza' a las pequeñas empresas

La Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) ha publicado un informe, que aborda la ‘Repercusión de la subida del SMI en la pyme española’ y deja datos de relevancia.

Así, en el documento se recuerda que, desde 2018, el Gobierno de España ha incrementado el salario mínimo un 52,6%, desde 707,7 euros mensuales a los 1.080 actuales.

En ese sentido, el documento especifica que, «hasta diciembre de 2022, esa subida ha provocado la desaparición de 256.200 puestos de trabajo». A lo que agrega que «el alza del SMI ha generado de forma directa la destrucción de 105.800 puestos de trabajo y ha evitado la creación de 150.400 empleos».

A ello hay que sumar que, según Cepyme, esas subidas «han impactado en la conformación de los salarios en las empresas». De manera que se ha observado «un desplazamiento ascendente en las tablas salariales de muchas compañías, incidiendo en mayor medida en los tramos inferiores. Asimismo, estos incrementos han influido en la negociación colectiva, dejando obsoletos muchos convenios en vigor e interfiriendo además en muchas de las 4.500 mesas de negociación colectiva que están conformadas en España».

Asimismo, del informe de Cepyme se desprende que «el panorama actual dibuja una mayor homogeneidad retributiva a nivel nacional sin diferenciar la productividad del territorio, del sector, ni del tamaño de empresa».

Productividad

De ese modo, se precisa que «la productividad de las pequeñas empresas es menos de la mitad que la de las de más de 250 trabajadores, diferencia que alcanza cotas mayores en algunos sectores y territorios». Lo que implica que «cualquier incremento del salario mínimo afecta de forma distinta los márgenes y la rentabilidad de las empresas, y, por tanto, incide en mayor medida en las de menor tamaño». Y, en consecuencia, «la menor competitividad de estas empresas dificulta, en términos generales, la posibilidad de repercutir el aumento de los costes salariales al precio final».

«Las tensiones salariales se acentúan exponencialmente en las empresas de menor tamaño, lo que afecta tanto en su plano económico como en la gestión de sus recursos humanos», indica Cepyme.

Gravedad

Elo para añadir que «las pymes españolas tienen cada vez menos margen para soportar un incremento de los costes salariales, máxime cuando hay que añadir el aumento de los costes no salariales (insumos, servicios, energía, etc.) como consecuencia del generalizado proceso inflacionario».

Así, para Cepyme, «la desaparición de 7.410 microempresas a lo largo de 2022 (30 menos cada día laborable) es una prueba de la gravedad de esta situación».