El naipe
En este caso el naipe es inmejorable. Un as y no en la manga, sino por derecho.
En estos casos se suele escribir un saludo con aire institucional y solemne, pero como ya lo ha bordado nuestro querido director Antonio Prieto, -al que aprovecho la ocasión para pedirle que escriba con más asiduidad y no solo cuando viene espantado de la Cataluña separatista- me van a permitir que les hable un poco de mí ya que esto no deja de ser una columna de opinión, y me gustaría compartirles algunos datos y apuntes tomados desde que un servidor aterrizara en esta sección hasta el día de hoy, en el que se hace efectiva una alianza profesional que nos llena de ilusión en el periódico y que a mí me da una nueva lección sobre la fragilidad de nuestras intenciones, nuestra pequeñez ante los acontecimientos que no controlamos – que son la mayoría- y la gratitud que todos los días debería mostrar desde que me levanto, porque además puedo saludar a un nuevo día.
Cuando hace un año surgió la posibilidad de confluir, integrarnos, colaborar o hacer simbiosis con El Debate, fue algo que me pareció magnífico pero muy remoto. Suelo ser pesimista por experiencia y el gobierno de Sánchez desde luego que no ayuda a superar esa condición. Pero hete aquí que ya estamos aliados, porque de alianza se trata, y llenos de ilusión como unos niños chicos. Con una generosidad por parte de ellos que resulta increíble para los tiempos que vivimos. Con unas perspectivas de futuro que, a pesar de Sánchez, son muy buenas. Y con una bandera común que a nosotros, pequeños pero con las cosas muy claras, pensábamos que era casi imposible compartir con otros. Me refiero a contar las cosas que nadie dice, a informar de lo que se silencia y a dar voz a los que no están en la pomada progre y globalista. Porque hay una serie de valores que no solo no se encuentran ya en el periodismo español – ni fuera- sino que suelen ser vilipendiados o, como se dice ahora, cancelados.
La resurrección digital de El Debate ha supuesto un aire de esperanza en el periodismo nacional y para los miles de lectores que cada día se suman y asoman a sus páginas. Y El Debate nos han acogido como hermanos menores para compartir lo que ya por otra parte se venía haciendo desde 2016 en esta cabecera: defender la información veraz sobre las realidades que ahora se silencian por parte de aquellos con intereses oscuros y peligrosas agendas. Además de contar cómo va el Córdoba Patrimonio, la Base Logística o qué han dicho en la última Junta de Gobierno Local, claro.
Hace algunos años, desengañado por los derroteros de la profesión, hice el hatillo y me fui a otras cosas. Cuando con posterioridad fui llamado para esta casa lo primero que me vino a la cabeza fue el famoso refrán que nos recuerda que los acontecimientos no suelen coincidir con nuestros deseos o intenciones. Nunca digas de esta agua no beberé, porque fíjate los naipes que a veces te saca la vida para que los juegues cuando menos te lo esperas. Las cartas buenas y las malas.
En este caso el naipe es inmejorable. Un as y no en la manga, sino por derecho. Habrá que hacer el mejor uso de él, porque la ocasión lo merece. Y nuestros lectores también, por supuesto.