El portalón de San LorenzoManuel Estévez

Las bellezas olvidadas de Córdoba

A las ganadoras de cada barrio se les invitaba a determinados festejos, como corridas de toros, y se les regalaba un precioso mantón de Manila

En los años veinte del pasado siglo, durante el mes de mayo, se celebraban en los barrios populares de la ciudad unas veladas que habían sido instauradas, o más bien oficializadas, por su alcalde, José Cruz Conde. En la verbena de San Lorenzo la organización y mantenimiento estaba al cargo de la Hermandad del Calvario, cuyo hermano mayor era por entonces don Juan de Austria y Carrión, sin duda uno de los más fecundos de su tricentenaria historia. Contaba con el apoyo del párroco don Salvador Roldán Requena, de grato recuerdo por su cercanía con los feligreses, y que además consiguió que el Ayuntamiento colocase un magnífico reloj en la torre (1913).

Luisa Gutiérrez Gómez en 1925La Voz

En estas fiestas de mayo, además de instalarse atracciones y puestos de todo tipo, se organizaban tómbolas para destinar sus beneficios a los vecinos más necesitados, y se celebraban concursos para que cada barrio eligiese a una «belleza» entre sus jóvenes. En el concurso de 1925 San Lorenzo eligió a Luisa Gutiérrez Gómez, que vivía en María Auxiliadora nº 18 y apenas contaba con dieciséis años. A las ganadoras de cada barrio se les invitaba a determinados festejos, como corridas de toros, y se les regalaba un precioso mantón de Manila.

Esta bella mujer, Luisa, falleció con cien años en 2009, y aunque algo desmemoriada por la edad en sus últimos años, nunca se le olvidó señalar a todo el que la visitaba en su casa el retrato suyo que colgaba en el salón, que le había pintado José Luis Muñoz Baena copiando una vieja foto de «Miss San Lorenzo» publicada en una revista festiva de 1925. Murió antes de cumplir los 101 años, y toda su vida le dedicó a cuidar de su madre, de su marido y sacar adelante a sus 4 hijos, con una entrega ejemplar.

Julio Romero de Torres fue un maestro insuperable en su forma de interpretar a la mujer cordobesa. Pero nuestro gran pintor murió joven, ya pasó, también pasaron las verbenas de la época de Cruz Conde, pero la belleza de las cordobesas seguía ahí presente, y se continuaba eligiendo a las «bellas entre las bellas» en las verbenas organizadas por las peñas Los Oliveños, Los Amigos de San Agustín, Puerta Nueva, San Antonio, Los de Acá, Los Minguitos, La Peña Deportiva El Príncipe, Los de San Bartolomé, Los Amigos de la Viñuela, El Higuerón, El Alcázar Viejo, Los 14 Pollitos, Huerta de la Reina, Amigos de Santa Marina, Los Romeros de la Paz...

En 1962, Ángeles García Berenguer, que había sido elegida «belleza» de toda la ciudad, recibía al ciclista egabrense Antonio Gómez del Moral con motivo de la llegada a Córdoba de la Vuelta Ciclista a España. Ángeles era todo un poema hecho de carne y hueso, como podría atestiguar su tío Pablo García Baena. Y además le dio suerte a nuestro paisano, porque ese mismo año fabuloso de 1962 (en el que nuestro Córdoba CF subió a Primera) Antonio del Moral ganaría brillantemente el Tour del Porvenir, la carrera para las jóvenes promesas del ciclismo.

Sin embargo, nadie puede dudar de que en la gran mayoría de las ocasiones la belleza de la mujer cordobesa ha quedado oculta en el anonimato, sólo visible para familiares. conocidos y vecinos cercanos. Por eso esta es mi relación, totalmente subjetiva y personal, de mujeres que a mi entender formarían parte destacada de este jardín precioso que es nuestra ciudad: Trinidad Santiago Garzón, Teresa Jiménez Morante, Ana Hidalgo Rodríguez, María Delgado Sánchez, «Puri» Serrano Gaitán, María Reyes Heredia, Margarita Ruiz Mora, «Paqui» Gutiérrez Moya, «Pepita» Pérez Cabello, Manuela Beltrán Jiménez, «Conchita» Rodríguez Fernández, Antonia de la Haba Páez, Carmen Cuadrado Luque, «Paqui» Ramírez Flores, Encarnación Cantero Martín, Mercedes Salazar Velasco, María Torres Mariscal, Concha Sánchez Castell, «Paquita» Toledano Valera, Rosa Escavia Valencia, Laura Tejero Ordiales, Carmen Rubio Cabello, Magdalena Ruiz Sánchez, María del Carmen Pérez Pérez, Rafaela Castro Muñoz, Carmen Gómez Hinojosa, Dulce Nombre Cobos Machín, María José León Molina, María Dolores Flores Luque, Lourdes Torralbo Luna, «Mari Chelo» de los Ríos Gutiérrez, Carmen Bravo González, «Maribel» Ramírez de Blas, Rosa María Rojo Cañaveras, Dolores Belmonte Zafra, Rafaela Muñoz Armada, María José Osuna Díaz, Fuensanta García Herrero, Fabiana Riobó Camacho y Ana Gutiérrez Salado.

Desgraciadamente, comentar la belleza de estas mujeres ya no está bien visto hoy: todo es «machista» siguiendo la presión de esas otras mujeres «progresistas» que creen que el canon de belleza está en ir poco menos que con un pantalón roto, sin apenas peinar y, a poder ser, con una mochila roída en la espalda.