Lo que no son cuentas, son cuentosSamuel Díaz

¡Que viene el lobo!

Y cuando venga, dirán como siempre, que no se pudo saber

El ciudadano español lleva semanas viendo como diferentes medios de comunicación y partidos políticos hablan de que la crisis será menos profunda de lo previsto, de hecho, las propias previsiones económicas del gobierno vienen a contarnos, básicamente, que algunos economistas y profesionales económicos se han pasado de catastrofistas y que han sido y siguen siendo, tremendamente exagerados a la hora de llevar a cabo sus análisis y predicciones en lo que a la economía española se refiere. ¿Y cómo pueden defender dicha afirmación?

Para defender dichas afirmaciones advierten que tenemos la menor inflación de Europa, el mayor crecimiento económico de Europa, (volvemos a la «Champions League» de la economía. La última vez que un político español afirmó tal cosa nuestra economía se encontraba al borde de la quiebra) y un desempleo en mínimos históricos, según el gobierno. A la vez, si osas contradecir esas afirmaciones corres el riesgo de ser tachado de catastrofista, agorero o que simplemente estas avisando de que viene el lobo, cuando el lobo, aseguran, no viene. Y ojalá fuera cierto, pero recordemos que, aunque los borregos temen al lobo, el que los lleva al matadero en realidad, es el pastor.

Nuestra inflación, sólo ahora, es menor que la media europea cosa que no quita el hecho de que seguimos liderando la pérdida de poder adquisitivo tras 14 meses con la mayor inflación de la eurozona. Por otro lado, el cuento de que crecemos más que nadie no se sostiene por ningún lado, de momento sólo estamos asistiendo a la recuperación de nuestra economía, ya que, aún seguimos siendo el único país en no alcanzar las cotas de PIB del año 2019. Mirar los últimos datos de una serie histórica en materia de inflación y de crecimiento económico, no es otra cosa que hacerse trampas al solitario.

Por último, los datos de empleo sufren un desalineamiento entre la realidad que muestra el paro registrado y la realidad verificable, la que tiene en cuenta tanto los parados registrados como esos demandantes de empleo que tienen un contrato pero que en ese momento no están trabajando. El discurso de que en España hay mayor estabilidad y calidad de empleo no es real. En noviembre, 40.000 personas se sumaron a las 260.000 que firmaron más de un contrato indefinido en el mismo mes, que ya es raro, ¿Verdad? Dato que nos muestra la evidencia de que muchos indefinidos son en realidad temporales y la estabilidad laboral de la que tanto hablan se derrumba, recuerden, lo que no son cuentas, son cuentos. Y es que es muy raro que el paro baje con tanta inflación acumulada y con una economía que no llega a niveles prepandemia, como mínimo es llamativo ¿No creen? Vivir dando la espalda a los datos es vivir ignorando la realidad y posponiendo la posibilidad de ejecutar las soluciones adecuadas para los problemas que atraviesa nuestra economía.

Ojalá estuviera equivocado, ojalá esté equivocado, pero España no ha entrado en la crisis siguiente, estamos aún en la anterior. Siempre vamos algo más tarde por la idiosincrasia de nuestro modelo productivo y la propia estructura económica de nuestro país, pero lo que si tengo claro es que cuando el lobo venga, que vendrá, estoy seguro que dirán y afirmarán… Que no se pudo saber.