La culpa fue de Walt DisneyBlas Jesús Muñoz

Tres realidades opuestas en un mismo barrio

«Son huéspedes incómodos, que nunca se nombran, a los que no se les llama ocupas (aunque las naves abandonadas tengan dueño)»

Actualizada 05:00

Como en una megalópolis latinoamericana -donde a la sombra de los rascacielos se cobijan las chabolas-, salvando las distancias, en Córdoba hay una estampa -o dos- similares.

Y es que, si tras el barrio de la Fuensanta y separados por la autovía hay un asentamiento chabolista (donde por las mañanas se puede observar a niños caminar hacia la escuela por la salida de la carretera), en Valdeolleros ocurre algo similar, pero ya sin frontera física.

Nos situamos en la avenida Virgen de las Angustias, que es el ejemplo de edificaciones de la segunda mitad del siglo pasado y donde habitan, en su mayor parte, personas de clase media-baja e inmigrantes.

Esa es la primera realidad que, hasta hace poco tenía la frontera de los nuevos edificios de Fuente de la Salud, los de Doña Sol y los que se construyero tras el descampado que conectaba con el polígono de Chinales.

Ya en esa segunda realidad, la de las viviendas de la gente algo más pudiente, el solar de la antigua fábrica de Baldomero Moreno ha servido para la construcción de varios edificios, modernos y funcionales, que han dotado de una nueva y mejorada geografía a esa parte del barrio. A la que hay que sumar a los que se están terminando en la esquina de Virgen de las Angustias.

Una modernidad recién horneada tras la cual hay una avenida, la de Sor Ángela de la Cruz, donde se vive la tercera realidad. Esa de naves industriales ocupadas por un asentamiento de personas sin hogar a las que se ve caminar en una danza, casi ritual por las calles antes mencionada.

Son huéspedes incómodos, que nunca se nombran, a los que no se les llama ocupas (aunque las naves abandonadas tengan dueño). Y ese silencio, tácito y denso, a todos nos libera de tener que pensar en una solución y la realidad -que es una divida en tres- siga ahí, silente, hasta que hable.

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