De este agua no beberéRafael González

El barómetro

«El ingreso mínimo vital es aprobado por goleada, claro. Porque estamos tiesos. De eso se trata».

Esta semana se ha presentado el tercer barómetro de Opinión Pública y Política de Córdoba y ha mostrado varias fotografías curiosas. El barómetro se realiza desde el Área de Derecho Constitucional de la Facultad de Derecho de la Universidad de Córdoba, en el que la sombra de Carmen Calvo se nos antoja alargada aunque sea una señora bajita y de pueblo. En este tercer estudio se le ha preguntado a casi 500 cordobeses por cosas de Córdoba y del orbe, como por ejemplo la inflación y la crisis energética, que son variables del mundo y en la que España solo es – según el relato- una sufridora en la grada como Manolo el del Bombo. El barómetro, pues, ha mostrado la tiesura del pueblo cordobés pero circunscrito a Putin y el neoliberalismo.

Como la gente anda tiesa, en el mismo barómetro se cuestiona sobre la paguita estatal y de paso se les riñe en la presentación a los políticos que hablan de paguita como acabo de hacer yo mismo. El ingreso mínimo vital es aprobado por goleada, claro. Porque estamos tiesos. De eso se trata.

A los periodistas se les avisa de que el pienso quedaría para el final, esto es, la intención de voto. Pensarían los profesores investigadores que estamos locos por la futurología electoral y puede ser que a veces demos esa impresión, pero el dato más relevante no era que Bellido ganaría las elecciones – qué novedad- sino que a la mayoría de los cordobeses les parece que la ciudad está francamente sucia o que este sigue siendo un sitio en el que no se encuentra trabajo, más allá de los cantos de sirena logísticos. Y que el ‘caso infraestructuras’ le importa una higa a más de media población encuestada. Apuntes estos que sí que dan para reflexionar incluso durante la futura jornada de reflexión.

Notamos, no obstante, que el barómetro tiene su poquito de sesgo anti-Vox. No puede ser que Badanelli sea la política menos conocida de la casa consistorial y que esté por detrás incluso del señor ese del PSOE que ahora no me acuerdo como se llama. Si todavía el socialista fuera Antonio Hurtado casi que me lo creería, pero con opción a empate cuando menos. Y otro dato relevante: que Ciudadanos pueda tener un concejal no es sesgo sino milagro.

Por lo demás, este es un estudio de los que te entretienen una mañana y que sirve como aperitivo agradable , por local, frente a la avalancha de lo que viene, esa ola gigante de quesitos multicolores que no muestran, por cierto, una cosa que nuestro barómetro sí: junto con los bancos, los que menos confianza social nos merecen son los partidos políticos. Supongo que porque están todos los días encargando encuestas en vez de remangarse con el baldeo a pie de calle.